Aunque Mohammed Bin Al Thani, el propietario del Al Sadd, va a intentar disfrutar en las próximas horas poniendo obstáculos a la marcha de Xavi Hernández de Qatar esperando ver arrastrarse a los emisarios del Barça desplazados a Doha, no es este el principal obstáculo para que Xavi Hernández se siente en el banquillo del Camp Nou el 20-N para estrenarse en el derbi ante el Espanyol.
El Barça deberá pagar 5 millones a al señor Mohammed Bin Al Thani, que no perdonará un euro de lo que tiene firmado con Xavi en su contrato. Pero hay problemas más graves que ese: la liquidación de Ronald Koeman.
El club le ofrece a Koeman 7, 5 millones de euros en dos pagos. Y el técnico neerlandés ha respondido, a través de sus abogados, que quiere su finiquito al contado y no va a rebajar un euro de lo que tiene firmado, que es algo más de 12 millones de euros.
Laporta está obligado a ceder con Koeman y a sacar el dinero de debajo de las piedras. Si Koeman no firma su acuerdo con el Barça para la rescisión de su contrato, Xavi no podrá sentarse en el banquillo del Camp Nou. Y Koeman no tiene intención de rebajar un euro.
El técnico neerlandés considera una ofensa la oferta que le ha hecho el club para finiquitar sus relaciones. No entiende que si las cifras están firmadas en el contrato y detallados los puntos de una posible sustitución, el club se niegue a pagar lo que hay firmado. No entra en su cabeza.
De la misma manera que Joan Laporta pudo decidir unilateralmente el cese de su entrenador, éste le quiere devolver la pelota decidiendo unilateralmente que no hay negociación y que el Barça debe pagarle hasta el último euro de lo que tiene firmado. Es así de sencillo. Koeman no transigirá porque sabe que tiene la sartén por el mango y que Xavi no podrá entrenar al Barça si antes no le han pagado a él.
Xavi podrá llegar a Barcelona y empezar a trabajar, pero la Federación no le tramitará el alta si su antecesor no alcanza un acuerdo previo con el club. Y a día de hoy, o Laporta transige y le paga a Koeman el total de lo que le adeuda, o Xavi tendrá que esperar.
Las malas relaciones que han existido entre el club y Koeman en sus últimas semanas como técnico no ayudan en nada a resolver el problema.