La expedición del FC Barcelona parte a las dos de la tarde rumbo a Kiev, en donde se juega sus últimas bazas para mantenerse vivo en la Champions League. Pero antes, Gerard Piqué y Sergio Busquets se lo pasaron pipa disfrazándose en una fiesta de Halloween.
La fiesta la organizó el exjugador y exdirector del fútbol base Patrick Kluivert y contó con la presencia estelar de los dos capitanes del Barça, a los que no parece afectarles las pifias que han cometido en los dos últimos partidos y que han significado la pérdida de dos puntos al Barça en Vallecas y ante el Alavés en el Camp Nou.
Situaciones como éstas son las que comprometen la continuidad de Piqué, y también de Busquets, en el nuevo Barça que el club quiere construir de la mano de Xavi Hernández.
Piqué asistió con Shakira, y Busquets con su esposa Elena Galera, que curiosamente congeniaba más con Antonella Roccuzzo que con la pareja de Piqué, que no mantenía buena relación con la mujer de Leo Messi.
El festejo ha cobrado notoriedad porque Patrick Kluivert ha colgado una imagen en su cuenta de Instagram, otro detalle que no deja de tener relevancia tratándose de uno de los cargos importantes del club hasta hace medio año.
De acuerdo con la tradición de Halloween, Piqué llevaba el pelo teñido de rojo y la cara cubierta de sangre. Busquets, por su parte, llevaba un mono rojo y una máscara de terror.
A ninguno de los dos se les vio afectados por la decepcionante marcha del equipo en la presente temporada. La imagen no ha gustado nada en el puesto de mando del club. No hay que olvidar que Joan Laporta incluye a estos dos futbolistas en su lista de "héroes" de la plantilla.