Joan Laporta tiene las ideas muy claras sobre Ousmane Dembélé si en las próximas horas no acepta la oferta de renovación que tiene sobre la mesa. No se repetirá el Caso Ilaix, pero el presidente tiene entre ceja y ceja impedirle que vuelva a vestir la camiseta del Barça.
Mientras Ronald Koeman espera el regreso de Ousmane Dembélé para resolver los problemas en ataque de su equipo, Laporta tiene decidido actuar con firmeza y renunciar a su concurso en lo que le resta de contrato.
Fuentes próximas al vestuario blaugrana han confirmado a MB que Dembélé podría haber estado hoy en Madrid formando parte del equipo blaugrana ante el Rayo Vallecano, y que si Dembélé no ha viajado a Madrid es porque el presidente se ha negado, harto de tener la callada por respuesta sobre el tema de su renovación.
Es un aviso de lo que puede venir después. Laporta no tiene pensado para Dembélé repetir la experiencia de Ilaix, que fue presionado para renovar apartándole del primer equipo y relegándole al Barça B.
No es la misma situación. Ilaix venía del juvenil y su lugar natural en el club por su edad, 18 años, era el Barça B... y sin jugar. Dembélé tiene ficha profesional con el FC Barcelona no se le puede relegar al filial, como algunos han apuntado. Si Dembélé no se aviene a renovar, seguirá entrenando y conviviendo con sus compañeros del primer equipo como uno más, pero sabiendo que no jugará nunca.
Algunos pueden pensar que si la voluntad del jugador es no renovar, le dará igual permenecer seis meses más sin jugar a la espera de quedar libre y firmar por otro club (Manchester United o Liverpool) mejorando su actual ficha y cobrando una prima de fichaje de aproximadamente 20 millones de euros.
Pero no es tan sencillo. La próxima temporada se disputa el Mundial de Qatar y Dembélé no puede permitirse un año en blanco en el año previo del Mundial. Sabe que quedaría fuera de la cita mundialista y no le conviene. Y en eso confía Joan Laporta. Aunque no resulta agradable obligar a un jugador a renovar bajo presión y a disgusto.
El Barcelona no apartará a Dembélé de la actividad del primer equipo. Eso repercutiría muy negativamente en su imagen en Europa. De hecho, ni siquiera el PSG se ha atrevido a hacer eso con Mbappé. el jugador francés será uno más hasta el final de su contrato, pero sin jugar... por decisión institucional, que no técnica.
Se trata de un pulso en toda regla con muchos faroles. Veremos quien aguanta el tipo y acaba ganando la partida.