¡Alta tensión! El PSG es un polvorín a punto de saltar por los aires

¡Alta tensión! El PSG es un polvorín a punto de saltar por los aires

| 2021-10-26

| Carlos Muñiz

La lucha de egos em el vestuario del PSG ha generado dos bandos, el hispano y el francés, que impiden que el equipo juegue como un equipo y no como una reunión de estrellas.

Una indiscrección de Mauricio Pochettino ha permitido confirmar lo que es un secreto a voces en el entorno del PSG: el vestuario del equipo parisino, sobrado de gallos, es una olla a presión que puede saltar por los aires en cualquier momento.

Sólo hace falta una chispa para que el fuego se adueñe del vestuario del PSG. Muchos gallos en un mismo gallinero y demasiados egos que van por libre. Una indiscrección del entrenador ha servido para avisar sobre  lo que está sucediendo ahí dentro.



Mbappé y Neymar, molestos con Pochettino por Messi

Al técnico parisino le dio por afirmar públicamente que él le daría el Balón de Oro a Leo Messi. Automáticamente Mbappé y Neymar se han puesto en guardia ante lo que entienden que es favoritismo del técnico hacia su compañero, que además jugó la mitad de 2021 con el Barcelona.

Y a ambos les ha faltado tiempo para recriminarle a su entrenador sus palabras recordándole que ambos también han hecho méritos para recibir el galardón, aunque, a pesar de estar entre los 30 finalistas, los pronósticos colocan tanto a Mbappé como a Neymar por debajo del décimo lugar en la clasificación final.



Pochettino dio el nombre de Messi, con toda la inocencia del mundo, cuando le preguntaron por su favorito para el Balón de Oro. Y ha ardido Troya. Lo ha admitido el propio técnico: "Tuve un problema por decir que Messi debía ganar el Balón de Oro. Después, Neymar y Mbappé me dijeron que por qué no ellos. En cualquier caso, estaría bien que cualquier jugador del París lo ganara, pero Leo lo merece". Son palabras del técnico pronunciadas anoche en Marsella.

Lucha de egos en el vestuario del PSG

Este detalle confirma que la lucha de egos impide a Pochettino convertir en un equipo a la colección de cromos que han puesto a su disposición, muchos de ellos repetidos. Ya se vio recientemente a Mbappé despotricar públicamente contra Neymar cuando se dirigía al banquillo tras ser sustituido: "Este payaso no me pasa la pelota", le dijo a un compañero, siendo captado por las cámaras de TV. Mbappé en ningún momento negó la frase.



Lo cierto es que el tridente soñado no funciona. El PSG, infinitamente superior al resto de rivales en la liga francesa, ya ha perdido un partido y ha empatado otro en las primeras nueve jornadas. Y en Europa también ha tropezado, cediendo un empate en su desplazamiento a Brujas.

Mbappé responde a cuentagotas, en jugadas aisladas. Neymar ha bajado su rendimiento. Y Messi no está siendo el extraterrestre que esperaban en París. En parte porque los años le impiden jugar al nivel que mostró en el Barcelona años atrás y en parte también porque Pochettino aún no ha encontrado la manera de sacarle el máximo rendimiento.



El bando hispano y el bando francés

Messi se entiende bien con Neymar, pero en su sociedad no entra Mbappé, lo que genera tensiones en el vestuario entre el bando hispano y el francés. El crack argentino ya ha jugado 6 partidos con el PSG y sólo ha marcado 3 goles. 0,5 por partido, un promedio muy inferior al que mostró en el Barça, aproximándose al gol por partido jugado.

Además, de los tres goles que ha anotado el argentino, uno ha sido de penalti y otro empujando el balón. Hasta Thierry Henry ha tenido que salir para denunciar su pésimo aprovechamiento en el equipo parisino afirmando que le ve "aislado".

El invento del tridente no funciona, fundamentalmente porque la relación de Mbappé con los otros dos no es cordial. Al final acabarán admitiendo en el PSG que con Messi en la plantilla, Mbappé sobra... para alegría de Florentino Pérez, que debe estar aplaudiendo con las orejas esta situación.

 

 

 

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