Dembélé no ha disputado un sólo minuto con el Barcelona desde que se lesionó en junio con la selección francesa. Una lesión más en su trágico historial médico desde que fichó por el Barça. Acaba contrato el 30 de junio y Laporta quiere renovarle cuanto antes, pero el jugador francés le da largas.
Y el presidente del Barça está empezando a perder la paciencia. Koeman espera la recuperación del francés como agua de mayo para sumarle a una delantera que se presume letal junto a Ansu Fati, Memphis y el Kun Agüero, pero Joan Laporta podría desbaratar sus planes.
Hay ultimátum a Dembélé. El club quiere una respuesta inmediata sobre sus planes de futuro. Si quiere seguir en el Barça, la firma de su renovación tiene que producirse en las próximas horas. Antes de su vuelta a los terrenos de juego.
Si, por el contrario, se confirman los temores de la directiva, que tiene pensado irse en verano con la carta de libertad en el bolsillo, Dembélé no jugará un minuto más con la camiseta del Barça. El club intentaría sacar por él algun beneficio en el mercado de invierno.
A Laporta no le va a temblar el pulso repitiendo con Dembélé la estragegia seguida con Ilaix Moriba, quien finalmente se fue al Leipzig dejando 16 millones en caja. Además, en el club están tranquilos porque saben que tienen la sartén por el mango.
El próximo año se disputa el Mundial de Qatar, el seleccionador francés cuenta con Dembélé, pero no le convocará si no juega un minuto en toda la temporada. A Dembélé no le conviene un año en blanco a las puertas del Mundial. Necesita coger ritmo tras su lesión y no lo conseguirá limitándose a esperar entrenando a que finalice su unión con el Barça el 30 de junio.
En el club contemplan con pesimismo el caso. Saben que el agente de Dembélé, Moussa Sissoko, está en negociaciones con Manchester United y Newcastle, que están dispuestos a ofrecerle una suculenta prima de fichaje además de un contrato ligeramente superior al que percibe en el Barça.
Y el Barça le ofrece una prolongación de su contrato, pero a la baja argumentando el precio que pagó el club por él y que su rendimiento no ha sido el esperado, dado que ha estado más tiempo de baja que disponible para las alineaciones del entrenador.
El club considera que Dembélé está en deuda con el Barça y espera un gesto como respuesta. Una opinión que no comparte su agente, que ve en la Premier League la posibilidad de mejorar la cuenta corriente de su representado y la suya propia.
Se avecinan días tormentosos en la relación Barça-Dembélé. El club quiere una respuesta inmediata harto de las largas que está ofreciendo el jugador.