El FC Barcelona ha llegado a un acuerdo con Jorge Mendes, el representante de Ansu Fati, para prolongar el contrato de su estrella con el FC Barcelona por cinco temporadas más, como en el caso de Pedri.
La negociación se aceleró cuando una confidencia confirmó en los despachos del FC Barcelona que el jugador estaba siendo ofrecido a media Europa y que el PSG se había mostrado muy interesado en el tema.
Fue entonces cuando al club azulgrana le entraron las prisas, hasta el punto de que Mateu Alemany se desplazó apresuradamente a Oporto para cerrar el tema con Jorge Mendes, cuando lo natural habría sido que el representante portugués viajara a Barcelona para hacer su trabajo.
La cuestión es que la directiva entró en pánico al saber que el agente portugués, muy amigo de Florentino Pérez, maniobraba por su cuenta ofreciendo al jugador a rivales directos del FC Barcelona, entre los que no se encuentra el Real Madrid. Florentino Pérez comunicó a Laporta que la oferta le había llegado, pero en este momento el Real Madrid no tiene intención de enturbiar las excelentes relaciones que mantiene con el FC Barcelona fundamentalmente por su apoyo en el proyecto de la Superliga.
Pero la entrada en escena del PSG ha sido la gota que ha colmado el vaso de la paciencia en el Barça y Laporta envió a Mateu Alemany a Oporto a cerrar el tema. El Barça se guardaba un as bajo la manga, ya que una cláusula del contrato firmado por Ansu Fati con el club establece que aunque el acuerdo expira el 30 de junio de 2022, el club puede unilateralmente extenderlo por dos temporadas más.
Sin embargo, Laporta no quiere llegar a una situación límite con Ansu Fati, que está llamado a liderar su proyecto en los próximos años y desea alcanzar un acuerdo amistoso en el que el jugador esté plenamente convencido de que acierta uniendo su destino al FC Barcelona.
En este sentido también ha jugado de forma favorable al acuerdo la voluntad del jugador, que no acababa de ver claro lo del PSG y que desea fervientemente continuar su carrera en el FC Barcelona, y más desde que ha heredado el 10 de Leo Messi.
Mendes reclamó un contrato corto, de dos años, con un salario de 10 millones anuales para el jugador. Finalmente, la intervención del jugador ha permitido acercar posturas. No serán 10 millones, pero la cifra se acercará a esa cantidad. El club también ha entendido que vale la pena hacer un esfuerzo con quien tiene que liderar el proyecto y tirar del carro del equipo barcelonista en los próximos años.
El acuerdo es por esta temporada y cinco más. Y contempla un escalado en los ingresos del jugador, que irá cobrando de menos a más. En la negociación se ha acordado mejorar la ficha del jugador para esta temporada, que era una de las más bajas de la plantilla.