Luis Enrique estaba esperando que un lateral izquierdo le funcionara bien para tomar una decisión que tiene meditada desde hace tiempo: liquidar a Jordi Alba de la selección.
La carrera de Jordi Alba en La Roja, que empezó en 2011 y le permitió ganar la Eurocopa de 2012, toca a su fin. Luis Enrique entiende que a sus 32 años ya es momento de pensar en el relevo en la banda izquierda de la defensa de la selección. Y ha encontrado a su sustituto ideal: Marcos Alonso.
De hecho, hace tiempo que Luis Enrique busca relevo para Jordi Alba. En sus primeros partidos como seleccionador incluso se atrevió a no convocarle, pese a ser una de las vacas sagradas de la selección española. Luego se vio obligado a acordarse de él premiando su buen rendimiento en el Barcelona, pero entre Luis Enrique y Jordi Alba no hay feeling y está cantado que el lateral blaugrana se dedicará en el futuro al Barça al cien por cien liberado de los compromisos de la selección.
Y en el Camp Nou lo agradecerán. Desde que fichó por el Barça empeñándose ese verano en disputar la Eurocopa y los Juegos Olímpicos con La Roja, como Pedri este año, las lesiones musculares se han ido sucediendo a lo largo de su carrera sin soución de continuidad. Dos, tres, cuatro por temporada. Ausencias cortas de tres semanas, pero ausencias que han perjudicado a los intereses del Barça.
Ahora ya no tendrá este problema porque Luis Enrique se la tiene preparada. No contará con él en el decisivo partido contra Grecia en el que España se juega buena parte de sus posibilidades de clasificación para el Mundial el próximo 11 de noviembre.
El excelente rendimiento que ha ofrecido Marcos Alonso, una de las estrellas del Chelsea campeón de Europa, ha convencido a Luis Enrique, de modo que aunque Jordi Alba esté recuperado de la última de sus lesiones para esa fecha, el seleccionador ya le ha vendido su plaza al jugador del Chelsea.
Para Jordi Alba será una situación nueva porque no está acostumbrado a que alguien le pase por delante, ni en el Barça ni en la selección.
El origen de las malas relaciones que mantienen Luis Enrique y Jordi Alba vienen de lejos, de cuando el técnico dirigía al Barça y decidió que no necesita las carreras por la banda de Jordi Alba teniendo a Neymar cubriendo esa zona. Eso le llevó a cambiar el sistema, apostar por los tres centrales y dejar a Alba en el banquillo.
Eso no le sentó nada bien a Jordi Alba, que sólo ha probado el banquillo con Luis Enrique como entrenador azulgrana. Y lo dejó bien claro en 2017, cuando Luis Enrique se fue y apareció Valverde en el Camp Nou. Alba lo celebró aplaudiendo con las orejas: "ahora me encuentro mejor, juego más alegre, como hace tiempo no me pasaba, y me encuentro mucho mejor que otros años".
A Luis Enrique esa frase le sentó a cuerno quemado. "La vida da muchas vueltas y ya nos encontraremos", pensó. Y se encontraron. Luis Enrique castigó a Alba ignorándole en sus primeras convocatorias como seleccionador. Luego hicieron las paces, pero el poso queda ahí y el técnico no ha descansado hasta que ha encontrado el recambio adecuado para Alba.
Además, no se trata de un sustituto. Son tres. Al margen de Marcos Alonso, el seleccionador también cuenta con Reguilón y con Gayá.