Vinicius anotó el tercer gol, saltó la vaya y se fue a celebrarlo con el público. Tarjeta amarilla y riesgo innecesario de contagio del Covid.
Vinicius marcó el tercer gol del Real Madrid, el que situaba a su equipo por delante en el marcador. La celebración de su gol ha generado mucha polémica en las redes sociales.
Vinicius recibió un balón de Benzema en carrera, se plantó ante el portero del Celta y, con toda la sangre fría del mundo, le colocó el balón por el único lugar que el portero no podría alcanzar.
Un golazo de precisión y técnica, un gol como muchos otros que falló la temporada pasada cuando se plantaba solo ante el portero rival.
Pero esta vez entró, y la estrella brasileña estalló de júbilo, saltó la valla y se me metió en la grada para dejarse abrazar por los aficionados.
Fue una acción temeraria. Primero porque le valió la tarjeta amarilla. Y segundo porque puso en riesgo su integridad física al mezclarse con personas sin mascarillas que podrían exponerle a un contagio de Covid, con la repercusión que eso tendría en el vestuario del Real Madrid.
Aún así, se comprende la euforia del futbolista brasileño, que está viviendo sus mejores momentos desde que fichó por el Real Madrid.