El que va a Sevilla pierde su silla. Ilaix Moriba ha desaparecido de la actividad del primer equipo del FC Barcelona por su negativa a renovar el contrato que le liga al club azulgrana en las condiciones que le ha propuesto la directiva, y Nico González ha aprovechado la ocasión para quitarle el sitio.
Nico González es una de las más firmes promesas de la cantera blaugrana. Hijo del popular Fran, mito del Súper Depor que logró el título de Liga, es uno de los jugadores del fútbol base blaugrana con los que está trabajando Ronald Koeman en el inicio de la pretemporada.
Es una forma de demostrarle a Ilaix que a estas alturas de su carrera, con apenas 18 años, es mucho más lo que el Barça ha hecho por él que lo que él haya podido aportar al club. Y a rey muerto, rey puesto. No está Ilaix, pero está Nico.
Mañana los barcelonistas podrán verle en acciones (19.00 h./TV3 y Barça TV) en el amistoso programado ante el Nàstic que abre la temporada blaugrana en el Estadio Johan Cruyff. Koeman cuenta con él y podría repetirse este año la historia de Pedri, que llegó al Barça para jugar en el filial, entrenó dos veces con Koeman y éste ya no le soltó. Fue el mejor fichaje de la temporada pasada.
Nico tiene 19 años y todos los números para quedarse en el primer equipo ocupando la plaza en el centro del campo que estaba destinada a Ilaix. Nico dejó A Coruña para incorporarse al cadete del Barça cuando sólo tenía 11 años rechazando una oferta del Manchester City y otra del Real Madrid. Tiene contrato con el Barça hasta 2024 y una cláusula de rescisión de 500 millones de euros.
Mide 1,88, lo que le confiere un poderío físico vital para complementar su innegable técnica. Su posición preferida es la de mediocentro, la función de Busquets, aunque puede adaptarse a cualquier posición en el centro del campo.