Después de la experiencia de Luis Suárez, en el FC Barcelona no están por la labor de seguir ejerciendo de ONG del Atlético con negocios ruinosos para la tesorería blaugrana. La negociación inicial de Griezmann por Saúl Ñíguez ha derivado en una operación de tres por uno. El Barça quiere más.
El club azulgrana se ha descolgado a última hora con la inclusión del lateral Lodi y del central Mario Hermoso en la operación de trueque inicialmente prevista con Saúl a cambio de Griezmann.
El Barça tiene prisa por liberar los 40 millones de ficha que percibe Griezmann, y el Atlético está en condiciones de asumir el regreso del francés dentro de su masa salarial. La jugada colchonera era deshacerse de Saúl, un jugador con el que no cuenta Simeone, para recuperar a Griezmann.
Es decir, el Atlético tendría a Luis Suárez y Griezmann gratis y, además, los 135 millones que el club catalán abonó por el francés hace dos años. ¡Negocio redondo!
El Barça preferiría colocar a Griezmann en el extranjero por 80 millones, la cantidad que queda por amoritzar de su fichaje, y espera una respuesta de Pep Guardiola y el City, que han fracasado en su intento de fichar a Harry Kane y no parece que su segundo objetivo, Robert Lewandowski, pueda acabar cayendo.
Griezmann sería el Plan C. Y al Barça le interesa más la operación con el City que con el Atlético. Después de la experiencia de Luis Suárez proclamándose campeón de liga con el equipo colchonero, Laporta preferiría ver a Griezmann en otra Liga.
Además, el City podría pagar los 80 millones contantes y sonantes que supondrían un balón de oxígeno para la economía del club, además de librarse del coste de 40 millones anuales que supone Griezmann.
El Barça juega a dos barajas y si Griezmann finalmente acaba en el Atlético (ese es su deseo), no será como un regalo, tal y como sucedió en el pasado con Luis Suárez y antes con David Villa, que también fue campeón con los colchoneros.