La delicada situación económica que atraviesa el FC Barcelona, con una deuda millonaria, puede ser un gran lastre a la hora de reforzar la plantilla. Para poder inscribir a Agüero, Eric García, Emerson, Depay y...¡Messi! es necesario aligerar la plantilla con soluciones drásticas.
Una de estas soluciones pasa por la intención del club de conceder la carta de libertad a Umtiti y Pjanic, dos de las fichas más altas de la plantilla (casi 40 millones entre los dos). Pero ambos se niegan a abandonar el Barça, quieren concluir sus contratos y amenazan con acciones legales si el Barça persiste en su intención de rescindir sus contratos.
Habrá lío con los dos. Sólo aceptarán su marcha si a cambio reciben una indemnización, algo que en este momento el club no se puede permitir. Se acogen a la norma de los entrenadores, que cobran lo que les quedaba pendiente de contrato si son despedidos antes de llegar a su final.
Umtiti y Pjanic conocen la situación de angustia económica que vive el club, que no podrá inscribir a sus nuevos fichajes si antes no se producen bajas, y quieren aprovechar la coyuntura para llenar sus bolsillos a pesar de que Umtiti sabe que tiene las puertas abiertas del Olympique de Lyon y Marsella y Pjanic ya ha contactado con la Juventus y allí le esperan en candeletas. Quieren salir del Barça, pero forrados.
La intención de ambos jugadores es denunciar al club por incumplimiento de contrato y su salario seguiría contando como masa salarial para el Barcelona. Saben que haciendo valer sus derechos impedirían el retorno de Messi al club. Y juegan con ello y la desesperación de Laporta.