Jordi Alba se resiste a ser calvo y presume de pelazo

Jordi Alba se resiste a ser calvo y presume de pelazo

| 2022-10-24

| Fede Peris

Como Ter Stegen, Rakitic o Antonio Conte, Jordi Alba ha recurrido al injerto capilar para solucionar sus problemas de alopecia.

La alopecia de Jordi Alba amenazaba con dejarle la cabeza sin pelo hasta que puso remedio sometiéndose a un injerto capilar. Ahora su cabellera luce frondosa. Un año después de someterse a la microcirujía, Jordi Alba, que se ha apuntado a la moda del injerto, algo muy extendido en el fútbol de elite, presume de pelazo. Como Antonio Conte, como el Cholo Simeone, como Diego López...

Los primeros futbolistas que combatieron su calvicie

En el Barça existe una larga tradición de futbolistas que se han sometido a un implante capilar para reponer de cabello aquellas zonas de la cabeza que lo han perdido. El internacional Ramón María Calderé fue uno de los pioneros en esta materia allá por los años 80. Lamentablemente, por esa época la técnica no estaba suficientemente desarrollada. Hoy en día, sin embargo, son muchos los futbolistas que se han sometido a tratamiento para regenerar su cuero cabelludo con notable éxito aprovechando las garantías de eficacia que proporcionan los nuevos métodos. 



El ejemplo lo seguiría años después Gaizka Mendieta, que jugó en el Barça después de pasar por el Valencia y la Lazio de Roma. Se tiene constancia que Ivan Rakitic y el portero Marc-André Ter Stegen se sometieron a este tratamiento. También Andrés Iniesta, que se fue a jugar a Japón completamente rapado y volverá con una buena mata de cabello en su cabeza siguiendo el ejemplo de Rafa Nadal, que padece un serio problema de alopecia que está superando tras someterse a un tratamiento para evitar acabar su carrera deportiva completamente calvo. Los famosos del mundo del deporte se han subido también a esta solución práctica e indolora que permite mejorar la autoestima a quien la disfruta.

El primer paso lo dieron grandes del cine o la música como Elton John, John Travolta, Kevin Costner, Mel Gibson o Al Pacino. Silvio Berlusconi innovó en el mundo de la política. Y en el del fútbol fue Wayne Rooney quien abrió camino a los demás cambiando radicalmente su imagen y superando una alopecia con un implante impecable que luego fue seguido por el propio David Beckham o Iker Casillas. El Cholo Simeone es otro de los que se han sometido al tratamiento con notable éxito. Así como Antonio Conte, que ha pasado de tener una cabeza desplobada a presumir de una mata de pelo envidiable.



Un método sencillo y eficaz

Hace unos años pocos eran los que admitian haberse sometido al tratamiento del implante capilar. El tema era tabú. Ahora ya es algo que se acoge con naturalidad. El hecho de que los famosos se hayan atrevido a hacerlo ha popularizado el método, que ha encontrado en los futbolistas de elite un público fiel. 

El tema está tan extendido que incluso Cristiano Ronaldo se hizo un transplante capilar. Ahora el método es sencillo y eficaz. Nada que ver con las cabezas que mostraban un pelo de muñeca que ponía en cuestión el éxito estético de la operación. Ahora, con el microinjerto capilar avanzado basado en la técnica FUE, los resultados son impactantes. Elegir un buen hospital y contar con doctores que hayan realizado miles de transplantes capilares con total seguridad es fundamental.  Se trata de extraer de forma individual los folículos pilosos del área donante de la cabeza (occipital y lateral), para posteriormente implantarlos de nuevo en las zonas poco pobladas de cabello.





No hay posibilidad de rechazo porque el cabello que se implanta es el propio. La extracción se realiza con un aparato microscópico de menos de un milímetro e instrumental de gran precisión. La técnica se lleva a cabo en un quirófano con anestesia local y garantiza que los cabellos trasplantados permanezcan durante toda la vida, ya que han sido extraídos de una zona en la que el cabello no cae. Es decir, los resultados son permanentes. La duración de la sesión está en función del número de microimplantes que se realicen. Para una intervención de 3.000 injertos, el cirujano suele requerir en España varias intervenciones en días diferentes.

Se utiliza anestesia local indolora. Unos días de reposo y una serie de precauciones en los siguientes quince días bastarán para reanudar la vida normal. 



 

 

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