Desde que ha llegado Pochettino al PSG, Mbappé parece bloqueado ante la portería contraria.
Kylian Mbappé, el jugador de moda en el fútbol europeo, está atravesando un momento delicado en su juego.
En la temporada lleva 16 goles (cinco de penalti) y pese a que empezó el curso contrayendo el Covid-19, cerró 2020 con una frecuencia goleadora propia de su nivel. Sin embargo, desde que llegó Mauricio Pochettino para estrenar 2021, Mbappé parece bloqueado.
No ha marcado en los últimos partidos: Saint-Étienne (1-1), Stade Brestois (3-0) y Angers (0-1) en Liga, ni contra el Marsella (2-1) en la Supercopa. Algo nada frecuente en su trayectoria.
Lo que parece un hecho es que el cambio de entrenador no le ha sentado bien, mientras Neymar parece feliz a las órdenes de Pochettino. Por otro lado, la incertidumbre sobre su futuro parece haberle hecho mella.
Lo cierto es que Mbappé no acaba de despegar en un año clave para él en el que se ha marcado como gran objetivo la Champions League. En breve pasará el examen del Barça, emparejado con el PSG en los octavos de final. Ahí tendrá que dar la verdadera medida que justifique el interés que los grandes de Europa tienen puesto en él.