Xavi Hernández no tiene el más mínimo interés en convertirse en entrenador del Barça la próxima temporada. Gane quien gane las elecciones. No se implica en la batalla electoral y, aunque Víctor Font, copiando a Florentino Pérez, ha dicho que pagará los abonos de los socios si él es presidente y Xavi no es su entrenador, lo cierto es que el exjugador del Barça no tiene previsto volver antes de que acabe el Mundial de Qatar.
Lo hizo oficial en una carta pública y lo ha ratificado a todos los candidatos que se han puesto en contacto con él, que han sido casi todos. No sólo quiere proseguir con su vida cómoda en Qatar y disfrutar de los privilegios que le esperan como embajador del Mundial 2022, sino que no tiene ningún interés en coger el Barça actual ante la posibilidad de quemar su credibilidad en tres meses.
De hecho, Xavi Hernández ha decidido que no regresará al Barça a coger las riendas como entrenador hasta que no quede ni un sólo jugador con los que compartió vestuario como futbolista.
Y esta decisión repentina ha cogido por sorpresa a Víctor Font, que lleva siete años trabajando su asalto a la presidencia con Xavi bajo el brazo y ahora se encuentra tirado en la cuneta y sin un entrenador que le ayude a ganar las elecciones.
Pero la decisión está tomada. Xavi es amigo de todos, pero sabe lo que significaría tener a sus órdenes a jugadores tan "difíciles" como Messi, Piqué, Busquets o Jordi Alba. También sabe que, como le pasó a él, a todos les llega su hora y no es fácil admitirlo.
Y no quiere ser él quien reparta las cartas de despido. Los quiere a todos despedidos cuando él llegue al Camp Nou para empezar un proyecto de cero y sin rémoras del pasado. Es el primero que sabe que con los restos del naufragio que siguen en el Barça será muy complicado construir un equipo de futuro.