El Barça juega con el Ferencvaros y Dembélé asume el liderazgo de un equipo que sin Messi se consolida como un bloque compacto.
Otra vez sin Messi. Otra vez festival del Barça. Otra vez marcaron los de delante. Otra vez el Barça mostró su mejor cara como equipo. Griezmann, Braithwaite y Dembélé han firmado el 0-3 ante el Ferencvaros. Pudieron ser más. Muchos más, pero el Barça no quiso cebarse con un rival que no tiene nivel de Champions League.
El Barça ha sumado en Budapest su quinta victoria consecutiva en la fase de grupos. Le han sobrado dos jornadas, porque ya está clasificado para los octavos de final de la Champions League. Como siempre. El Barça no pierde en la fase de grupos desde hace cuatro años. Mientras tanto, el Real Madrid se lo jugará todo a vida o muerte en la última jornada. Tanto puede quedar primero como último de su grupo. Sería muy fuerte que después de dos años sin entrar entre los ocho primeros, en el tercero quedara fuera de los 16 mejores equipos de Europa. El orgullo merengue no lo soportaría.
Pero el Barça no está en esas apreturas. De un tiempo a esta parte han cambiado muchas cosas en el Barça. Desde que un día Koeman dejó a Messi en el banquillo ante el Betis. Luego no se lo llevó a Kiev y el Barça ganó 0-4. Hoy 0-3. Y no fue un 0-8 porque los hombres de Koeman se relajaron con florituras en acciones que debieron ser goles. Hasta cinco ocasiones claras fallaron Trincao, Dembélé y Riqui Puig.
Pero bien está lo que bien acaba. El Barça ha ofrecido buena imagen al margen del resultado. Y, aunque parezca una blasfemia decirlo, este equipo juega mejor sin Messi. Colectiva e individualmente. Dembélé ha estado soberbio. Ya se ha visto desde la primera jugada del partido. Estaba suelto, con ganas. Y nos ha regalado una exhibición: velocidad, disparo, regate, asistencias... Un partido completísimo. De los mejores que ha jugado con la camiseta del Barça.
Pero Dembélé no estaba solo. Griezmann ha mantenido la línea ascendente de los últimos partidos. Con la cara pagaba. Sonrisa en los labios, buen humor, cara de ganador. Sólo ha faltado el gol de Trincao, que ha estado cerca, porque sin Messi acaparándolo todo, los demás han marcado. A pesar de las bajas que tenía este equipo, Koeman ha conseguido transmitir su espíritu y el juego del Barça ya está muy cerca de lo que el técnico holandés persigue.
Cierto. El Ferencvaros es una banda. Pero la historia del Barça está llena de bandas que le han amargado la vida. El Barça ha sabido meterle el miedo en el cuerpo al rival desde la primera jugada del partido y los húngaros ni se han atrevido a acercarse a la portería de Neto. Y más cuando en media hora ya llevaban encajados tres goles. Es la manera.
Ahora hace falta que con Messi y los titulares que hoy faltaban este equipo mantenga una regularidad que hasta ahora no ha mostrado. Hay que acabar con la imagen de looser ofrecida por este equipo hasta ahora. Es momento de remontar el vuelo. En Europa todo está al alcance. Y nada está perdido en LaLiga. Queda mucho por delante.
Pero de estos tipos se pueden esperar grandes cosas. Griezmann lleva tres partidos seguidos marcando. Braithaite lleva cuatro goles en tres partidos. Este Barça pita. Y se intuye el buen rollo que se echaba en falta en los jugadores hasta hace muy poco. El Barça es el único equipo que ha llegado a 15 puntos en cinco partidos. Que siga la fiesta.
Dibusz, Botka, Blazic, Frimpong, Dvali, Heister (Lovrencsis, min. 65), Isael, Sigér (Laidouni, min. 65), Somalia (Kharatin, min. 80), Isael, Uzuni (Baturina, min. 70) y Nguen (Mak, min. 70).
Neto, Dest, Mingueza, Lenglet (Aleñá, min. 65), Jordi Alba (Junior, min. 45), Busquets (De Jong, min. 45), Pjanic, Trincao, Griezmann (Riqui Puig, min. 65), Dembélé y Braithwaite (Konrad, min. 79).
0-1, min. 14: Griezmann, de tacón, a pase de Alba. 0-2, min. 20: Braithwaite remata en boca de gol un buen pase de Dembélé desde la izquierda. 0-3, min. 27: Dembélé, de penalti.
Aleksei Kulbakov (Bielorrusia). Amonestó con cartulina amarilla a Sigér (min. 27), Busquets (min. 29), Griezmann (min. 55) y Trincao (min. 70).
Partido de la quinta jornada del grupo G de la Champions, disputado a puerta cerrada en el Puskas Arena de Budapest.