El Barça recupera el liderato y llegará al Bernabéu como líder traspasando toda la presión al Real Madrid, que amenaza con su juego con un segundo nadaplete seguido.

Este Real Madrid que no juega a nada parte como víctima propiciatoria para que el Barça se lo meriende con patatas en el clásico del próximo domingo. El equipo de Zidane ha caido en el Ciutat de Valencia ante el Levante comportándose como una banda descabezada, sin ideas, sin individualidades y sin bloque. 

El clásico llega en el mejor momento para el líder

El Real Madrid se ha dejado el liderato perdiendo ante el Levante apenas unas horas después de que el Barça liquidara al Eibar por 5-0 con un Messi estelar. El clásico no podía llegar en mejor momento para bajar los humos a este Real Madrid cuyo entorno mediático y pelotari veía ya, hasta hace tres semanas, como ganador del sextete. Como si fuera el Barça de Guardiola. ¡Menuda blasfemia!

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Tanto y tanto han elevado a los altares a este equipo sin merecerlo, que se lo han creído y ya salen a jugar con la soberbia propia de quien cree que no hace falta correr para ganar al modesto. Pero este Madrid va muy justito de poderío desde que Florentino Pérez dejó marchar a Cristiano Ronaldo sin preocuparse por buscarle un recambio adecuado. 

El Madrid convierte a Hazard en un tuercebotas

Este equipo es un cero a la izquierda ante la portería rival. Hasta el sobrevalorado Hazard ha quedado hoy en evidencia comportándose como un tuercebotas cuando se ha quedado solo ante el portero rival y sólo tenía que fusilarle. Y Vinicius, pobrecillo, da mucha pena. Otro sobrevalorado que se ha especializado en perder 100 balones por cada gol que consigue. Hoy ha salido de revulsivo, y más de lo mismo.

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Y Benzema, al que los palmeros del régimen de Florentino ya veían como ganador del pichichi este año, de nuevo se ha estrellado ante el gol confirmando lo que hace nueve años sabemos todos, que es un extraordinario complemento de un crack, pero él no lo es. Y como en este Real Madrid no hay ningún crack, el francés no tiene a quien servir como escudero de lujo que es. Aunque allí juegue un tal Luka Modric, que partido tras partido, arrastrándose, confirma al mundo que aquello del Balón de Oro no fue más que el resultado de un fraude que le tocó en una tómbola.

El Barça se presenta en el jardín de Messi como líder

El Barça se presenta en el Bernabéu como líder. Como el líder de verdad de esta y de las últimas Ligas. Es su posición natural. Este año costará más porque el Barça no está como en temporadas anteriores. Pero aún así, ahí está, de líder. Lo que quiere decir que el Real Madrid está peor, aunque las fanfarrias mediáticas lo escondan.  El Barça no le sacará 17 ni 19 puntos al Real Madrid como en los últimos años, pero el clásico del Bernabéu traerá buenos recuerdos. El año pasado, en tres días el Barça liquidó la Liga y echó al Madrid de la Copa con un 0-3.

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Es tanta la facilidad que tiene el Barça de ganar en el Bernabéu que e los últimos años se ha bautizado al coliseo blanco como "el jardín de Messi", porque Messi ahí campa a sus anchas. 

En Madrid se han relamido en los últimos días con los líos del Barça. Y aún asi, ahí está el Barça, liderando la tabla. No harán autocrítica, y eso es bueno para el Barça. Esta vez no le pueden echar la culpa al árbitro, aunque no hay que descartar que encuentren alguna acción para hablar de robo. Son así. Y mientras se entretienen con los árbitros, Zidane pierde la flor, y sin flor Zidane no es nada. Y este Madrid, que lleva toda la temporada jugando a nada, puede quedar KO en La Liga, a la espera de que Guardiola acabe de rermatarlo.

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Del Barça depende que salte por los aires el castillo de naipes de un Real Madrid, el del sextete, que por segundo año consecutivo apunta al nadaplete. De momento ya ha perdido el liderato. El segundo paso, aniquilarlo, está en manos de Messi y compañía. Y no será por falta de ganas. Si el Levante puede dejar al descubierto las miserias del Real Madrid, el Barça más. 

Aunque sea con 2.000 pases.