En cada renovación Messi exige al club que forme un equipo competitivo, y cree que este año el Barça no es ganador.

Por Messi no quedó. Remató 11 veces a portería, aunque sin encontrar la alegría del gol. Nunca antes había disparado tantas veces sin conseguir anotar.

El problema es que Messi estuvo muy solo. Sin Luis Suárez a su lado, con un Ansu Fati desaparecido y un Greizmann que no acaba de encontrar su papel en el equipo, Messi se multiplicó en busca del gol, pero nadie le echó un cable.

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De hecho, sólo él disparó a puerta. Apenas un remate desviado de Ansu Fati al inicio de la segunda mitad, sse puede contabilizar en el capítulo de disparos de los jugadores del Barça. Todos los demás fueron de Messi.

En Valencia quedó claro que el equipo, como tal, no está a la altura de Leo Messi, que en ningún momento encontró apoyo entre sus compañeros, aunque en la segunda mitad estuvo más activo gracias a la entrada en el campo de Arturo Vidal. 

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Este no es el Barça que le prometió Bartomeu a Messi

En el primer tiempo tuvo que retrasar su posición en busca del balón porque los centrocampistas eran incapaces de llevar juego al ataque, entretenidos con pasarse el balón sin ton ni son en el centro del campo.

Messi está desconcertado. Cada vez que renueva por el Barça la condición más importante que pone es que el club se comprometa a rodearle de buenos jugadores y formar un equipo competitivo. Bartomeu fa faltado a su palabra. No trajo este verano a Neymar, como se había comprometido, y el equipo ha jugado en Valencia con sólo tres delanteros, uno de ellos de 17 años. 

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No parece que este sea el camino para construir un equipo ganador capaz de volver a ganar el triplete. Y Messi puede ponerse nervioso. Una cosa es perder títulos y otra no tener capacidad para luchar por ellos. Él solo no puede salvar al equipo siempre y se siente decepcionado porque el futuro pinta muy negro para este Barça.

 

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