2019 ha sido el año más nefasto del Real Madrid en su faceta ofensiva: El peor registro goleador de la última década.
Los datos están ahí. El Real Madrid marcó en 2019 100 goles, su peor estadìstica en la última década. En ese año Bale y Vinicius han marcado 10 goles (6 y 4 respectivamente). Un desastre para dos megafichajes que llegaron al Bernabeu como megacracks.
Para hacernos una idea de la espiral de decadencia en la que está sumido el Real Madrid, basta recordar que en 2019 anotó 30 goles menos que en su peor resultado registrado desde 2010, que fue de 130 goles. Y, por supuesto, muy lejos de los 178 tantos anotados en 2014.
Queda claro que el poderío goleador del Real Madrid va a menos. Florentino ficha, ficha y ficha. Van llegando megacracks al Bernabéu fichados a golpe de talonario y nadie consigue situar al equipo blanco en la onda goleadora que caracteriza al Barcelona de Messi en los últimos quince años.
Quizá por eso el Real Madrid se agarra a la novedad de la nueva virtud del equipo de Zidane que consiste en atrincherarse ante su portería para defenderla de los ataques rivales, algo que de momento está saliendo bien.. Pero resulta extraño que un equipo del nivel, historia y exigencias del Real Madrid se conforme planteando los partidos a encajar menos goles que el rival.
Y es que parece que esa es la única respuesta que ha conseguido encontrar Zidane para contrarestar el efecto negativo que ha generado en el equipo blanca la marcha de Cristiano Ronaldo.
Cada club elige su filosofía. El Barça sale a marcar goles. El Real Madrid a no encajar goles. Esta es la cruda realidad del Real Madrid de Florentino Pérez, que en los dos últimos años ha hecho el ridículo en la Liga quedando a 17 y 19 puntos del Barça, por no hablar del nadaplete de la pasada temporada.
Sin embargo, la noticia en Madrid es que el Barça encaja muchos goles. El que no se consuela es porque no quiere.