Griezmann vale por los cinco delanteros del Real Madrid que acompañan a Benzema en el ataque y que son una completa nulidad ante la portería contraria.
Antoine Griezmann le costó al Barça 135 millones. 120 oficiales más la propina de 15 millones. El Real Madrid pagó hace seis años 101 millones por Bale, el pasado año 53 millones por Vinicius, y esta temporada 58 por Rodrygo, 60 por Jovic y 120 por Hazard. Total: 392 millones. El resultado es que Griezmann solo ha marcado tantos goles que todos los megacracks del Real Madrid juntos.
Y eso que Griezmann es la pata que cojea en el tridente letal del Barça que forma junto a Leo Messi y Luis Suárez, que se mueven en cifras que nada tienen que ver con lo que acostumbran a ofrecer los fichajes de chiste de Florentino Pérez.
Griezmann no es todavía en el Barça el jugador letal del Atlético de Madrid, pero progresa adecuadamente. Incluso se permite taconazos y frivolidades de fantasía en la elaboración del juego con Leo Messi. Va por buen camino. Pero todavía no ha cautivado al barcelonismo con su juego. Aún así, él va marcando. Y es que el Barça sabía lo que hacía cuando le contrató. No puede decirse lo mismo del Real Madrid, que presentó hace cinco meses a Jovic como su fuera a ganar el próximo Balón de Oro y ahora no saben qué hacer con él y ya buscan refuerzos ofensivos en el mercado de invierno.
Griezmann ha marcado en La Liga siete goles. Los mismos que Bale (2), Rodrygo (2), Hazard (1), Vinicius (1) y Jovic (1). ¡Sencillamente brutal! No se pueden hacer peor las cosas en el Real Madrid. No se le pueden dar más ventajas al Barça. El club azulgrana apuesta a caballo ganador (Griezmann) mientras el Real Madrid sueña con Mbappé, que nunca vestirá de blanco si finalmente Bartomeu consigue llevarse este verano a Neymar del PSG.
Y otro dato relevante para sonrojar todavía más a Florentino Pérez y sus errores clamorosos de gestión: mientras los super cracks blancos se estrellan ante las porterías contrarias, Griezmann ha abierto el camino de la victoria al Barça con seis de sus siete tantos. Es decir, que los suyos han sido goles decisivos.
La diferencia entre el Barça y el Real Madrid es la autocrítica. Mientras en Barcelona el entorno ha cuestionado a Griezmann desde el primer momento, el entorno madridista, acostumbrado al palmeo permenente, sólo ha tenido palabras de elogio para Hazard, Rodrygo o Vinicius.
Y así les va.