No gusta el árbitro Hernández Hernández, y menos Burgos Bengoetxea, que estará al frente del VAR y fue el que expulsó a Cristiano Ronaldo para que le cayeran cinco partidos de castigo.
El Real Madrid visitará este miércoles al Brujas en la sexta y última jornada del grupo A de la Champions sin jugarse nada (es segundo de grupo por detrás del PSG) y con la mente puesta en la doble salida liguera en Mestalla y el Camp Nou para los duelos ante el Valencia y el Barcelona, respectivamente, donde tratará de salir como líder como en solitario. No lo tendrá nada fácil.
El conjunto blanco tiene ante sí de cara al Clásico grandes adversidades que superar para salir victorioso. El duelo entre los dos transatlánticos del fútbol español estaba programado para el 26 de octubre, pero la sentencia del Tribunal Supremo por el ‘procés’ desató una ola de revueltas en Cataluña que obligó a aplazar el partido.
LaLiga, con el OK de ambos clubes, fijó el Barça-Madrid para el próximo 18 de diciembre (20:00 horas), pero lo que la entidad madridista no podía imaginar es que en la jornada previa, la de este fin de semana, el Barcelona iba a visitar a Anoeta el sábado (16:00) y el Madrid iba a hacer lo propio en Mestalla, pero el domingo (21:00). Es decir, 29 horas menos de descanso para Zinedine Zidane y sus pupilos.
Aunque no es único contratiempo para el conjunto blanco. El Comité Técnico de Árbitros ha designado a Hernández Hernández como arbitro principal del Clásico. El colegiado canario dirigirá su cuarto partido entre ambos clubes con historial que ‘amenaza’ a los blancos: dos expulsiones a Ramos, gol mal anulado a Bale por falta inexistente sobre Jordi Alba y penalti clamoroso no pitado a Marcelo. Casi nada.
Y por si con esto no fuera suficiente, el árbitro designado para responsabilizarse del VAR es Burgos Bengoetxea, el mismo que en un clásico expulsó de forma absurda a Cristiano Ronaldo para que luego le cayeran cinco partidos de suspensión.
Para ‘más inri’, el Madrid también está en ‘jaque’ por la seguridad, ya que los de CDRs preparan nuevas manifestaciones y revueltas contra el autobús madridista en los aledaños del Camp Nou. Además, Bartomeu los apoya y advierte que no le preocupa la seguridad del Clásico. Todo parece estar contra el Madrid, pero la última palabra se dictará sobre el ‘verde’.