El Comité de Competición ha sancionado con dos partidos a Dembélé y el Barça recurrirá.
Hay que salvar La Liga. Tantos años de superioridad aplastante y humillante del Barça no conviene. Interesa más otro campeón. El Real Madrid, por ejemplo, que da pena en Europa, en donde es colista, que lidera la liga española con viento a favor. Siempre a favor.
Y a favor le llega al Real Madrid la decisión del amigo Mateu Lahoz expulsando a Dembélé y poniendo en el acta que le insultó para que le caiga suficiente castigo como para que no juegue el clásico y el Madrid lo tenga más fácil. El árbitro cometió la primera fase de la fechoría y el Comité de Competición la ha redondeado hoy imponiendo dos partidos de castigo al jugador del Barça.
El club ha anunciado que recurrirá, aunque es consciente de que es perder el tiempo. El Real Madrid lo tiene todo muy controlado. El Barça mantiene que Dembélé, que a duras penas articula dos frases seguidas en castellano, dijo "mal, muy mal". Mateu Lahoz sostiene que le dijo: "malo, muy malo". Y tratándose de Mateu, con sus antecedentes, es para pensar mal. Pero eso es lo que hay y Dembélé será un dolor menos de cabeza para Zidane. La suerte está echada.
Dembélé se pperderá los dos próximos partidos ante el Éibar y el Real Madrid. A Araujo, el otro expulsado en el estropicio de Mateu Lahoz, le ha caído un partido.
La jugada les ha salido redonda. Lástima que Luis Suárez no picara y no pudiera ser expulsado. Mateu Lahoz se habría ganado con pleno derecho el honor de ser nombrado socio de honor del Real Madrid. Méritos no le faltan.