Ernesto Valverde no puede continuar entrenando al Barça: derrota por 2-0 ante el Granada con el equipo completamente hundido.
Ernesto Valverde no puede continuar en el banquillo del FC Barcelona. El Granada CF 2-0 FC Barcelona fue una nueva muestra de que el entrenador no está capacitado para dirigir al equipo catalán. Planteamientos defensivos, malas decisiones (como cambiar a tu lateral titular el próximo mes por unos malos 45 minutos), sustituciones dudosas (Arturo Vidal teniendo a Busquets o Arthur en el banquillo)... Una auténtica vergüenza.
No pudo comenzar el partido de peor manera para el FC Barcelona: el debutante (como titular) Junior Firpo tuvo un par de errores de novato en el primer minuto, lo que permitió que el Granada se adelantara por medio de un cabezado de Azeez, pero se trataba de un tanto completamente ilegal porque en la acción previa había una clara falta sobre Lenglet que le dejó renqueante durante gran parte del primer tiempo. Lejos de hacer uso del VAR, el colegiado balear lo único que hizo fue esperar a que el central galo se marchara a la banda para ser atendido y reanudar el encuentro.
Pero este inicio no fue durante unos pocos minutos, porque el Barça no se activó en todo el primer tiempo. Podríamos decir que el equipo catalán no chutaba, algo completamente literal porque no llevó peligro a la portería nazarí. El principal problema se encontraba -más allá de la débil defensa- en el centro del campo, donde solo tenía creatividad el de siempre, Frenkie de Jong. El mediocentro holandés hizo de pivote defensivo acompañado por un ofuscado Rakitic en la izquierda y el prácticamente nunca destacable Sergi Roberto en la derecha, por lo que cuando cogía el esférico y se disponía a montar el ataque, el internacional oranje no era capaz de conectar con los delanteros, que ya estaban corriendo al contraataque y se encontraban a 40 metros.
Ernesto Valverde no supo plantear bien el partido durante la primera mitad y sabedor de sus errores, se movió rápidamente al descanso para realizar dos cambios: la entrada de Leo Messi y Ansu Fati. Tocaba remontar... otra vez. Pero no pudo ser posible, porque aunque el Barça mejoró un poco su imagen, continuó sin lanzar a puerta hasta llegados los últimos diez minutos del encuentro. Un auténtico horror que Valverde intentó remediar con un cambio que todo el mundo sabía que iba a salir mal: Arturo Vidal entró por Ivan Rakitic, dejando a dos jugones como Busquets o Arthur sin minutos. La primera acción que hizo el chileno fue unas manos dentro del área que terminaron en penalti. Una pena máxima que convirtió Vadillo engañando muy bien a Ter Stegen.
El Barça hizo el ridículo, uno nuevo esta temporada, pero tampoco hay que olvidar que el árbitro no ayudó: perdonó dos veces la expulsión a Roberto Soldado (una por roja directa y otra por la segunda amarilla) y se comió un par de penaltis favorables al Barcelona. Pero esto no tiene que hacer olvidar que este equipo no está bien, hacen falta cambios comenzando desde el banquillo: Valverde no puede continuar.