Después de ser expulsado por enviar al árbitro a la mierda, Valdés no se ha presentado en una barbacoa de hermandad a la que acudieron todos los técnicos del fútbol base del Barça. ¿Exceso de soberbia?
Víctor Valdés ni ha cambiado ni cambiará. Sigue siendo el mismo irresponsable de siempre, la misma vedette, el mismo egoista que ya conocimos en su etapa de jugador. Los técnicos del fútbol base del club se reunieron anoche para hacer una barbacoa de hermandad. Estuvieron todos menos él. Es así.
En sus inicios como jugador desapareció cinco días porque después de encajar tres goles en Newcastle Van Gaal consideró que lo mejor para él era que volviera al Barça B para no quemarle en el primer equipo y esperar a que llegaran tiempos mejores. Valdés se lo tomó fatal y desapareció durante cinco días. El club le buscó, pero estaba desaparecido.
Y luego su espantada del Barça. El club le ofreció un cheque en blanco para que pusiera él la cifra, pero no quiso ni sentarse a hablar. Su orgullo y soberbia se lo impedían. Luego pasó lo que pasó. Una grave lesión, el club le ofreció sus instalaciones para recuperarse, porque no tenía equipo. Y el desprecio por respuesta.
Ahora lo han recuperado, como premio a su impresentable comportamiento como jugador dentro del club, y ya le han expulsado por enviar a la mierda al árbitro y ahora no se presenta a una reunión de técnicos en torno a una barbacoa.
No parece que Valdés pueda ser un ejemplo a seguir por los chavales que tiene a sus órdenes.