El Real Madrid se proclamó como campeón del Mundial de Clubes al vencer por un contundente 4-1 al Al Ain.
El encuentro comenzó de una manera más complicada de lo que esperaba el Real Madrid, porque, aunque los jugadores del Al Ain eran bastante flojos en defensa, sabían bien cómo atacar y estuvieron a punto de aprovechar una ocasión en la que erró Marcelo a los pocos minutos de comenzar el partido. El egipcio Elshahat se marchó con facilidad de la defensa madridista e incluso de Courtois, pero en el momento de disparar su chut se chocó con la pierna de un colosal Sergio Ramos, al que el público lo tuvo en su punto de mira con pitos durante todo el match.
El Al Ain avisó a los pocos minutos de iniciar la final del Mundial de Clubes, pero el Real Madrid no quería que se le complicara la consecución del trofeo, por eso el mejor jugador de 2018, Luka Modric, aprovechó una genial combinación con Lucas Vázquez y Karim Benzema para anotar el 1-0 que rompía el empate inicial con un excelente disparo desde fuera del área, al que le dio un gran efecto de rosca para batir a Khalid Eisa, que poco pudo hacer ante el gran tiro del mediocentro croata.
Lejos de quedarse aquí, el club blanco continuó intentándolo durante el resto del primer tiempo, e incluso gozó de una importante oportunidad en las botas de Karim Benzema, pero el Al Ain se marchó vivo al descanso.
No hubo historia después del descanso. Mientras el Al Ain estuvo bastante bien en el primer tiempo a pesar de haber recibido un tanto por parte del Real Madrid, el cuadro árabe no estuvo fino en el segundo tiempo. El club blanco pasó por encima de ellos y rápidamente cerró la final del Mundial de Clubes con un tanto desde fuera del área de Marcos Llorente: en el 60’, el canterano cogió un rebote desde fuera del área y sin pensárselo mandó el esférico con un auténtico chutazo al fondo de las mallas de Khalid Eisa.
No tardó mucho tiempo Sergio Ramos en marcar uno de sus goles típicos en las finales: de cabezazo aprovechando un centro de córner, aunque en esta ocasión cambió de socio habitual, porque le asistió Luka Modric, no Toni Kroos. El capitán, harto de los pitos sinsentido que había recibido durante todo el encuentro, mandó a callar a los aficionados que habían acudido al estadio y lo celebró junto a Isco Alarcón, que estaba calentando en uno de los laterales. Minutos más tarde, con otro cabezazo, Shiotani redujo distancias. En los últimos instantes, Vinicius forzó el 4-1 con una jugada por la izquierda en la que se anotó en propia puerta Nader.
Con este 4 a 1, el Real Madrid se ha convertido en el primer equipo de la historia en proclamarse como campeón del mundo en tres ocasiones consecutivas.