Neymar organizó un amigo invisible con regalos curiosos para Messi y Suárez
Neymar ha juntado como acto benéfico a los mejores futbolistas del mundo organizando un ‘amigo invisible’ que tuvo regalos muy curiosos para los participantes. En ese acto que hizo el brasileño, estuvieron presentes futbolistas y amigos como Messi y Luis Suárez, además de otros compañeros en el PSG como Mbappé.
A Luis Suárez le ha regalado su compañero Coutinho, quien ha querido trolear al charrúa con unas hamburguesas, aunque de mentira. Ante tal ‘troleo’, el uruguayo comentó que “Coutinho también come hamburguesas, no sé porque solo habla de mí. Neymar también las come, Leo también… todos comen hamburguesas”.
Messi, por su parte recibió unos guantes firmados de Buffon, mientras que el astro argentino le tuvo que regalar a Coutinho, al que le dio un peluche.
Por su parte, Neymar recibió su presente por parte de su amigo ‘Gordo’. Luis Suárez le regaló un vino para festejar la Navidad de buena manera. En el vídeo de abajo se pueden ver todos los regalos.
Si hace tiempo que ha trascendido que Neymar no ha dejado de sentir los colores del Barça, club por el que suspira volver para emmendar su error de marcharse al PSG, por difícil que sea la operación, la prueba definitiva que lo confirma está en su propio hijo. El pequeño Davi Lucca, de 7 años, ha dejado claro que en su casa se sigue respirando barcelonismo, y lo ha hecho con una camiseta del club culé.
A pesar de su corta edad, el hijo de Neymar ya maneja las redes sociales, y ha sorprendido con una foto en la que aparece luciendo la tercera equipación culé -de color salmón- junto a un amigo. Una camiseta que probablemente le habrá regalado su padre, prueba de que tanto Neymar como su hijo siguen teniendo al Barça en el corazón, por mucho que se haya distanciado.
Las imagen ha causado furor en las redes sociales, donde muchos usuarios han visto la clara relación entre las preferencias de Davi Lucca y la realidad que envuelve a Neymar: su enorme deseo de volver a juntarse con Messi y Suárez en la delantera más letal que ha visto el mundo del fútbol, y volver a ser feliz jugando, un objetivo que no ha logrado en París.