Piqué volvió a ser insultado por la afición perica por decir que el Espanyol es de Cornellà y por denunciar que no llenan su campo: ayer, media entrada.
Gerard Piqué se ha convertido en el enemigo público número uno del Espanyol por decir dos verdades.
La primera es que el Espanyol es de Cornellà. ¿A dónde hay que ir jugar contra el Espanyol? A Cornellà. Por lo tanto, por muy barcelonés que fuera el origen del club perico, juega en Cornellà y es de Cornellà.
La segunda afrenta que no tolera la afición españolista es que Piqué les echara en cara que son muy poquitos y que la ciudad condal da de sí lo suficiente como para que existan en Barcelona y su área metropplitana dos granders clubes.
Un día ironizó Piqué sobre el apodo de "maravillosa minoría" con el que se autodefinen en Cornellà. Y añadió: "Se denominan una maravillosa minoría y son tan minoría que ni siquiera llenan el campo. A ver si en la vuelta lo llenan porque el otro día no estaba lleno".
Y también tenía razón. Ni en la vuelta ni en la ida ni nunca. En el nuevo campo de Cornellà-El Prat caben 40.500 espectadores (menos de la mitad del aforo del Camp Nou), pero la masa social del Espanyol no da para llenarlos.
Ayer, 24.037. Y eso que el Espanyol ha iniciado bien la temporada, sus aficionados ya hablaban de luchar por jugar la Champions y alguno incluso por el título de Liga. Era el derbi más igualado de los últimos años. Aún así, media entrada. Esta es la realidad del Espanyol que sus radicales quieren tapar insultando a Piqué.
El derbi de ayer no fue una excepción y Piqué volvió a ser insultado por la grada: "Creo que han sido cuatro energúmenos. La afición se ha portado bien y ha sido un derbi descafeinado por el amplio resultado, pero he disfrutado. No me arrepiento de haber dicho lo del Espanyol de Cornellá".