El Real Madrid no pudo vencer a la SD Eibar en Ipurúa y se marchó derrotado por un abultado 3-0.
Derrota bochornosa del Real Madrid en Ipurúa. Santiago Solari ha tenido suerte de que haya llegado una vez ratificado en el cargo de entrenador, porque podría haber cambiado la historia. El club blanco cayó derrotado en el País Vasco contra la SD Eibar por 3-0, en un partido en el que causó estragos un canterano culé: Marc Cucurella. Más allá de la derrota, el encuentro acabó con otra mala noticia: la lesión de Odriozola.
No tuvo un buen inicio el Real Madrid. Rápidamente pudimos apreciar como la SD Eibar era superior sobre el terreno de juego, manteniendo la posesión del esférico y moviéndolo a su antojo. En ocasiones parecía que el equipo blanco lograba despertarse del letargo inicial, pero ciertamente no terminó llegando dicho momento en el primer tiempo, hasta el punto que pasado el cuarto de hora inicial encajó el primer tanto.
Todo comenzó con un robo de Ramis en defensa, el culé Cucurella se llevó el balón por la banda izquierda, conectó con un compañero con una pared y le dio el esférico a Kike García: Courtois logró detener el esférico, pero Gonzalo Escalante se llevó el rebote en un choque de trenes y su capacidad física logró enviar la pelota al fondo de las mallas de la portería defendida por el guardameta belga, que no se lo podía creer.
Lejos de quedarse atrás, la SD Eibar continuó intentando marcar otro gol y aumentar su ventaja, aunque ciertamente quién estuvo más cerca de anotar en lo que restaba de primer tiempo fue el Real Madrid, por medio de una falta que lanzó Gareth Bale al palo de Asier Riesgo. No obstante, el portero del conjunto vasco logró adivinar la trayectoria del esférico y fue capaz de detener el gran disparo del atacante galés.
Increíble pero cierto. El Real Madrid no fue capaz de despertar del letargo en el que quedó sumido en el primer tiempo, y la SD Eibar le hizo un auténtico destrozo en la segunda parte. El jugador cedido por el Barcelona, Marc Cucurella, hizo un auténtico destrozo en la banda derecha por el club blanco, que estuvo defendida durante 54 minutos por Odriozola y el resto por Dani Carvajal, que entró cuando este se rompió.
El Madrid buscó empatar el partido, pero no fue capaz. Bale estuvo activo en la banda derecha, aunque en ningún momento creó peligro de verdad, mientras que Benzema vivió en constante posición de fuera de juego. Entre todas estas acciones que no llegaron a nada, los vascos lograron aumentar su ventaja por medio de Sergi Enrich, que aprovechó una asistencia del catalán Marc Cucurella. También fue el canterano culé quién asistió a Kike García para que anotara el 3-0 definitivo.
Santiago Solari intentó remontar el partido moviendo el banquillo: primero entró Isco por Modric, en un cambio que parecía ir más dirigido al partido contra la Roma del próximo martes que a este (porque estuvo peor Kroos), mientras que también se marchó el ausente Marco Asensio, quién dejó su puesto para Vinicius Jr. Pero no sirvió de nada. El Real Madrid hizo el ridículo en Ipurúa y perdió una oportunidad de oro para acercarse al liderato y recortarle puntos al Barcelona y al Atlético.