El capitán del Madrid y de la Selección, Sergio Ramos, se ha defendido ante las acusaciones por lo ocurrido con Salah
Sergio Ramos ha dicho basta. Después de estar varios días escuchando verdaderas barbaridades en relación a lo que ocurrió en la final de la Champions League con Salah, y ahora con Karius después de conocerse que sufrió una conmoción durante el encuentro, Ramos ha salido a escena para contrarrestar todas esas críticas, que han llegado de todo el mundo, y que no comparte.
El capitán de la Selección y del Madrid, que hace algo más de una semana levantaba la Orejona para el club merengue, ha comentado que es uno de esos futbolistas que cuando hace algo fuera de lo común, se magnifica. No le falta razón, ya que Ramos ha sido perseguido de manera irracional desde la lesión de Salah, cuando hasta el propio egipcio le ha quitado responsabilidad al central.
Ramos ha dicho, en relación a la lesión de Salah, que “se la ha dado una bola que no veas. Dicen que le hago una llave de judo, pero él me agarra del brazo y yo caigo al otro lado. Además se lesiona el otro brazo”. Además, ha añadido que “he hablado con Salah por mensajes y estaba bastante bien. Si se hubiera infiltrado podía haber jugado la segunda mitad, yo a veces lo he hecho, tampoco ha sido para tanto, parece que cuando lo hace Ramos se destaca todo un poco más. No sé si es que cuando estás en el Madrid y ganas tantos años, la gente lo mira de otra manera”, mostrando la preocupación con el delantero del Liverpool.
Pero la nota más irritante que ha recibido Ramos es del portero Karius. El auténtico protagonista de la final por sus dos errores, quiere lavar su propia imagen asegurando que Ramos le dio un golpe en la cabeza y sufrió una conmoción cerebral.
Con respecto a esto, el jugador española ha comentado que “ahora dice el portero que le provoqué una conmoción. Solo falta que Firmino diga que está resfriado porque le cayó una gota de sudor mío”.
“El 31 de mayo de 2018, el Sr. Karius se sometió a un examen exhaustivo en el Hospital General de Massachusetts y el Hospital de Rehabilitación Spaulding. Después de revisar cuidadosamente las pruebas, hemos llegado a la conclusión de que el Sr. Karius sufrió una conmoción cerebral durante el partido el 26 de mayo de 2018”, reza el comunicado, que añade que "los principales síntomas del Sr. Karius sugirieron que existió una posible disfunción espacio-visual que probablemente se produjo tras el impacto. Es posible que tal déficit afectara al rendimiento”.
Una excusa que los aficionados del fútbol no se han 'tragado': de hecho, muchos han respondido recordando otro error garrafal cometido por el mismo Karius en la semifinal ante la Roma, lo que demuestra que no valen las excusas para explicar uno de los mayores bochornos de la historia del fútbol, por mucho que desde Anfield insistan en taparlo todo.