Marca desnuda la envidia que se extiende entre un antimadridismo creciente como respuesta a los continuados éxitos del Real Madrid.
El diario Marca, a través de Jesús Sánchez, ofrece hoy una respuesta al antimadridismo recalcitrante, que va a amás y que no ha digerido todavía el triunfo del Real Madrid, una vez más, en la Champions League. Marca explica cómo discurre el antimadridismo en busca de argumentos que puedan tranquilizar su conciencia y de paso ensuciar la limpia ejecutoria del Real Madrid.
"La suerte, el portero guapo que "estaba comprado", el judo. Agotado el comodín del árbitro, siempre recurrente en estos casos incluso cuando acierta, medio mundo amplía la baraja para intentar entender el histórico triunfo del Real Madrid en Kiev de la forma más llevadera posible, con la anestesia de lo pueril. Si el equipo de Zidane ha llevado a sus aficionados mucho más allá de lo que nunca imaginaron, al mismo tiempo ha convertido a sus detractores en unos artistas del ingenio en lo que parece un renacimiento asombroso del antimadridismo.
Las reservas de combustible para hacer funcionar la máquina del fango, a la que contribuyó de la manera más torpe Cristiano Ronaldo, no se agotan nunca. La idea es ahorrar elogios y devaluar lo conseguido, mirar hacia otro lado (algo a lo que invitó el delantero portugués con su egocentrismo), abordar la gesta de la manera más anecdótica posible y erosionar el logro en un fenómeno que podía ser disculpable en el forofo, pero nunca en el análisis porque todos aquellos equipos fantásticos, de época, el Ajax de Cruyff, el Bayern de Beckenbauer, el Milán de Sacchi, incluso el Barça de Pep, fueron aclamados con devoción, como se venera lo sagrado. Con todo merecimiento. Sin fisuras. Al Madrid, que llegó más allá de sus propios récords para dominar la competición más prestigiosa, no. Se habla de las debilidades de sus rivales. Da que pensar.
Desde luego, Karius fue un factor para entender la Decimotercera. Keylor Navas, magnífico en los dos últimos partidos del torneo, dio un gol a la Juventus y otro al Bayern en cuartos y semifinales. En la final de la Europa League, Griezmann se encontró con un regalo del Marsella en el tanto que abrió las puertas de la gloria al Atlético. Esas cosas pasan en la alta competición, pero se habla más de unas que de otras. La suerte se ha convertido en otra manera de explicar con recelo la hegemonía del Madrid, principalmente para descalificar a su entrenador, a Zidane. A mí nunca me pareció malo tener suerte. Pero por lo visto es intolerable que el portero rival falle o meter goles de chilena en cuartos y en la final. Menotti habló de fortuna en el asombroso vuelo de Bale. Cappa dijo que Suerte había sido el mejor jugador del Madrid. Triste, tratándose de hombres de fútbol, pero útil para pintar la Capilla Sixtina del resentimiento.
Lo penúltimo ha sido el enfoque judoka tras una jugada que se ha visto un millón de veces en la que la desgracia se cebó con Salah en su pugna con Ramos. Si no se hubiera lastimado el delantero egipcio, apenas se recordaría. Pero la European Judo Union habla de una llave prohibida y diarios prestigiosos les ha dado por escarbar en el historial de Ramos. ¿? En semifinales, Isco sufrió en el hombro una lesión parecida tras una jugada con Boateng. ¿Recuerdan tanto ruido?
Al final todo esto es mejor tomárselo con humor. Al madridismo sólo le queda reírse. Ahora mismo es el aficionado más feliz del mundo. Su equipo tiene que hacer obra porque no le caben las Champions en la vitrina del museo del Bernabéu. Y sus rivales le deleitan cada día con el espectáculo de siempre, pero renovado con los últimos efectos especiales, con un repertorio nuevo, mientras se afanan en autoconvencerse de que el equipo al que odian no es una leyenda Real. Hilarante estrategia".
Brillante defensa del Real Madrid.