Cristiano Ronaldo se queja de que a él le impusieran 5 partidos por agredir a un árbitro y a Sergi Roberto sólo 4 por repeler una agresión sin balón por medio de Marcelo.
A Cristiano Ronaldo le sigue pareciendo una injusticia que el Comité de Competición le impusiera cinco partidos de sanción por empujar a un árbitro. El rencor le puede y lo ha sacado ante Josep Pedrerol y su "entrevista exclusiva" vomitando sobre Sergi Roberto sin venir a cuento. Cosas de buen compañero.
Cristiano Ronaldo le ha dicho a Pedrerol que lo suyo al árbitro no fue una agresión, que lo que sí fue una agresión fue lo de Sergi Roberto a Marcelo, aunque ha callado que el lateral del Barça se limitó a sacarse de encima al lateral madridista después de haber recibido una agresión sin balón por medio. También olvida que por esa misma acción y con el mismo árbitro y la misma redacción del acta, el mismo Comité de Competición Madridista castigaba con un partido a otros jugadores.
Pero el complejo con el que ha vivido el madridismo a lo largo de un año que ha acabado a 17 puntos del Barça, ha servido para sacar a flote la frustraciuón acumulada durante diez meses de ridículo y fracaso.
Así se lo ha explicado la vedette portuguesa a su admirador Josep Pedrerol: "Estaba muy bien cuando llegó la sanción. Fue un golpe duro. Me preparé muy bien para empezar la temporada. Que den cinco partidos por una tontería. ¿Agredir es mejor? A mí me cae muy bien Sergi Roberto, pero agredió a Marcelo y le cayeron cuatro partidos. No fue justo. Me puedes decir que no se puede tocar a un árbitro, pero hay situaciones en las que hay que ser flexible. Ha pasado con otros jugadores. Pero yo soy Cristiano. Ya lo sé, no me quejo".
Queda claro que Cristiano Ronaldo, el más guapo, más rico y más bueno del mundo, exige para él una justicia a su medida, como ya sucede con su contencioso con Hacienda, en donde exige un trato especial y sigue convencido de que le persiguen por llamarse Cristiano Ronaldo. Ya cumplidos los 33 años y el Balón de Oro del Márketing todavía no se ha enterado de que a un árbitro no se le puede tocar. Quizá porque entiende que tratándose de él "hay que ser flexible".
Y lo dice en serio. Lo de Sergi Roberto es poco. Lo suyo es mucho. Sin vergüenza.