El diario culé quiere justificar lo injustificable para no hacer el pasillo de campeón al Real Madrid
Mundo Deportivo ha publicado una columna de opinión de Joan Poquí donde se quiere justificar la ausencia que habrá el sábado en el Santiago Bernabéu de pasillo por el recién conseguido Mundial de Clubes.
En esa columna, el periodista se remite a tiempos pasados para hacer ver que el Madrid no se merece tal pasillo, una tradición que se viene haciendo a los campeones desde hace muchos años pero que el Barça se niega a realizar al Madrid.
Esa columna, titulada 23,98, reza:
“El Real Madrid es el equipo que acabó el 5-0 que se llevó del Camp Nou hace ahora siete años repartiendo coces, una de las cuales supuso una de las diecinueve rojas que Ramos lleva en la Liga (y podrían ser cincuenta); se largó del césped mientras el Barça recibía la Supercopa de 2011 después de que una agresión deMarcelo a Cesc derivase en el dedazo de Mou; se inventa obras en las finales de Copa; no felicita al Barça por los títulos y cuando, en 2015, lo hizo por la Champions de Berlín lo hizo por carta... que el club azulgrana tuvo que pagar contra reembolso. 23,98 euros. Es aproximadamente lo que vale la dignidad de esta gente, que ahora tiene la indecencia de exigir, a través de sus altavoces, un pasillo que no merecen”.
El FC Barcelona ha urdido una versión oficial muy poco consistente en torno a su negativa para hacerle el pasillo al Real Madrid en el clásico del sábado por el reciente triunfo del equipo blanco en el Mundialito de Clubes. La verdadera razón de la negativa del Barça a rendir honores al Real Madrid tiene tres argumentos.
1.-La supuesta antideportividad del Real Madrid negándose a ceder el Bernabéu para cuatro finales de la Copa del Rey que ha disputado el FC Barcelona en los últimos años.
2.-La antideportividad mostrada por el Real Madrid en la Supercopa de 2011, cuando sus jugadores abandonaron el césped del Camp Nou para no asistir a la entrega del trofeo que ganó el Barcelona.
3.-La pancarta gigante que durante meses se exhibió en la grada del Bernabéu con el consentimiento implícito del presidente del club blanco. La frase: "Mou, tu dedo nos señala el camino", fue entendida en el Camp Nou como un alegato a la violencia después de la agresión de Jose Mourinho a Tito Vilanova.
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