El Real Madrid jugó con fuego en el Santiago Bernabéu. El equipo blanco venció por 3-2 al Málaga, habiéndose adelantado hasta en dos ocasiones después de ver el encuentro empatado por los andaluces. Karim Benzema adelantó a los merengues en el marcador, poco tiempo después empató Diego Rolan, y Casemiro envió el partido al descanso con victoria momentánea.
Al poco tiempo del inicio de la segunda mitad empató Chory Castro aprovechando un error de Kiko Casilla, mientras que en los últimos quince minutos Cristiano Ronaldo enmendó el fallo de un penalti enviando al fondo de las mallas el rechace. Tres puntos importantes.
El Real Madrid salió a por todas. Desde el primer minuto, el cuadro dirigido por Zinedine Zidane buscó el tanto inicial ante un Málaga que se defendía como podía de las acometidas de los blancos. Lo cierto es que el equipo merengue logró adelantarse en el marcador rápidamente, concretamente en el minuto 9, por medio de Karim Benzema, que aprovechó un cabezazo de Cristiano Ronaldo que chocó con el larguero para poner el 1-0 inicial.
No obstante, la alegría le duró bien poco en el rostro a los madridistas. 9 minutos más tarde, el uruguayo Diego Rolan remató por debajo de las piernas de Jesús Vallejo un pase de Keko Gontán desde la banda, para batir a Kiko Casilla, que poco pudo hacer ante el grandísimo disparo del charrúa. Ante esto, el Real Madrid sabía perfectamente que no podía quedarse de brazos cruzados, y rápidamente intentó volcar de su lado nuevamente el marcador.
Y lo consiguió Casemiro. El pívote brasileño remató un córner dos minutos más tarde para superar a Roberto y poner el 2-1 con el que se iría el encuentro al descanso. Aunque el club blanco fue superior en el primer tiempo, el partido se marchó al descanso con polémica: Paul Baysse marcó de cabeza pasado el tiempo de descuento, y aunque el colegiado pitó falta del francés, todo el mundo pensó que señaló el pitido del descanso cuando el esférico se dirigía al fondo de las mallas.
El descanso no le pudo haber sentado peor al Real Madrid. El Málaga, nada más comenzar el segundo tiempo, se mostró superior sobre el terreno de juego, y no necesitó demasiado tiempo para empatar el partido aprovechando un error de bulto de Kiko Casilla, que tuvo uno de sus peores partidos en el cuadro blanco. Chory Castro disparó desde fuera del área, y el portero catalán no se estiró bien y vio como el esférico le superaba para que el empate volviera al marcador.
A partir de este tanto, el Madrid mostró su peor imagen, cometiendo errores y dejando que el cuadro andaluz llevara el control del encuentro. A pesar de esto, quién contó con las mejores ocasiones fue el equipo madrileño, que pidió penalti -claro- de Adrián González sobre Lucas Vázquez, cuando el gallego recibió una patada mientras el rival se dirigía a despejar el esférico.
Aunque Gil Manzano no pitó este penalti, sí lo hizo con el siguiente que le hicieron al Real Madrid: Luis Hernández tiró a Luka Modric dentro del área. Cristiano Ronaldo, que disparó la pena máxima, vio como Roberto le detuvo el disparo, pero el portugués, hábil y rápido, aprovechó el rechace y envió el balón al fondo de las mallas para poner el 3-2 en el marcador y quitarse un gran peso de encima.
Finalmente, el equipo merengue logró sumar tres puntos de mucha valía para volver a meterse en la lucha por LaLiga Santander y, también, mirar sin demasiada presión el enfrentamiento entre Valencia y FC Barcelona del domingo.