Las últimas noticias procedentes de Rusia hablan de que Cristiano Ronaldo ha recibido permiso de la federación portuguesa para ausentarse de la concentración de la selección lusa en el último e intrascendente partido que debe disputar por el tercer y cuarto puesto. CR7 ha recibido permiso para conocer a sus hijos mellizos nacidos recientemente en Estados Unidos y que han estado al cuidado de su madre. Se espera que el lunes Cristiano Ronaldo aparezca en Madrid para mantener una larga entrevista con el presidente Florentino Pérez en la que debe quedar resuelto su futuro para bien o para mal del Real Madrid. El club blanco no puede esperar más porque tiene supeditadas a la decisión del jugador una serie de incorporaciones y de ventas que dependen de la continuidad o no de Cristiano Ronaldo en el Bernabéu.
En la zona noble del Real Madrid existe preocupación por la actitud que viene mostrando Cristiano Ronaldo en las últimas semanas, desde que el diario A Bola destapó que se quería ir del Real Madrid. La defensa numantina del presidente Pérez en diversos medios parecía haber suavizado la situación y reconducido el tema. El propio Florentino esperaba que el propio Cristiano anunciara en Rusia su deseo de cumplir el contrato que tiene firmado con el Real Madrid y que expira en 2022.
Tampoco le costaba mucho al crack portugués. Él nunca anunció que se quería ir. Lo pusieron en su boca en la portada del diario A Bola. Se trata de desmentirlo y aquí no ha pasado nada, no es necesario dar marcha atrás ne nada. Pero Cristiano Ronaldo no está por la labor de desmentir nada y eso preocupa en el Bernabéu, en donde esperaban un guiño que no ha llegado, una confirmación de que todo sigue igual y de que sigue en el club feliz y contento. El silencio y el gesto serio de Cristiano Ronaldo es interpretado en el club como que queda por delante mucho que negociar, aunque lo cierto es que el Real Madrid tiene la sartén por el mango. Florentino Pérez ha acordado con su amigo Nasser Al-Khelaiffi, presidente del PSG, que no salte al ruedo y que busque cracks en otro lado. Y al margen del PSG ningún otro club se ha acercado al Real Madrid -ni siquiera el Manchester United- para hacer una oferta que en ningún caso bajará de los 250 millones de euros a pesar de que la cláusula de rescisión asciende a mil millones. El Real Madrid considera y valora a Cristiano Ronaldo como el número uno mundial y no aceptará una cantidad que no alcance este listón.
Y en el club no entienden las señales que envía Cristiano Ronaldo. Quería una defensa clara de su presidente a lo que él considera una injusticia en un tema en el que el club no tiene nada que ver. Ya la tiene. Quería una declaración de amor del presidente. Ya la tiene. Y quería un arreglo en su contrato para, como en el caso de Messi, poder pagar una posible multa sin que se vea resentido su nivel de ingresos. También Florentino Pérez le ha mostrado su predisposición a negociar. El resto está ahí: el mejor equipo del mundo para que el mejor jugador del planeta pueda lucir en su máximo explendor. Una afición rendida a su talento... ¿Qué más querrá Cristiano Ronaldo?
El lunes se ha citado con Florentino Pérez. Sólo entonces saldremos de dudas. Hasta entonces, silencio. Un silencio y un gesto serio que no gusta nada en el Bernabéu.