El proceso de desmantelamiento de la cantera del Barça, con agresiones externas de los principales clubes europeos llevándose a sus estrellas, no ha podido con Carles Aleñá, posiblemente el mejor jugador del fútbol base azulgrana en este momento. Aleñá ha renovado por tres años rechazando las ofertas que también a él le han llegado. Una de ellas del Real Madrid.
Recientes aún las fugas de Mboula, al Mónaco, y de Eric García, al Manchester City, desde Alemania llegan noticias de que el Bayern de Múnich desmiente que vaya a fichar al lateral Mateu Morey y el FC Barcelona informa que Carles Aleñá seguirá en el club después de renovar por tres años ya con contrato profesional.
Cuando un club hace el esfuerzo de retener en su plantilla a jugadores del nivel de Messi, Suárez, Neymar, Rakitic o Busquets, no se puede pretender que cada año ocho jugadores de la cantera den el salto al primer equipo. Ahí juegan los mejores del mundo y hay que estar a su nivel para integrarse en su grupo. Por eso el Barça no puede ir igualando todas las ofertas que llegan por sus perlas de la cantera, que ven complicado llegar al primer equipo y se van con el primero que pasa y les hace caso. Luego sucede lo que sucede. Con el tiempo caen en el olvido y empiezan a dar tumbos por Europa o por España en equipos de pobre categoría en los que pueden ganar dinero, pero no gloria. La cuestión es que el Barça forma a cientos de chavales, a los que ofrece alojamiento, estudios, educación y las mejores instalaciones para desarrollar su fútbol. Luego, cuando se acerca el momento de dar el salto, unos pierden la paciencia y se van corriendo detrás de un fajo de billetes.
No es el caso de Aleñá, el mejor jugador de la cantera azulgrana, que hoy ha confirmado que el club y sus representantes han llegado a un acuerdo para seguir en el club tres años más. Aleñá ha tenido ofertas también del Manchester City (Guardiola no perdona una), de Italia y también del Real Madrid, que ha seguido muy de cerca el tema de su renovación por si podía intervenir para llevárselo a Valdebebas. A Aleñá le quedaba un año más de contrato, pero el club ha querido espantar a los moscones y garantizar su continuidad imponiendo una cláusula de rescisión de 75 millones de euros si hace méritos y se hace con un hueco en el primer equipo. Aleñá ha recibido la noticia en Ibiza, en donde se encuentra de vacaciones, y ha expresado desde allí su satisfacción en la redes sociales.
La continuidad de Aleñá supone un suspiro de alivio para Bartomeu y su junta, dado que sus representantes son Carles Puyol e Iván de la Peña, los mismos que se han llevado del Barça a Eric García para ponerlo en manos del amigo Guardiola. La diferencia con este caso es que Aleñá ya ha jugado con el primer equipo, en Liga y Copa, se ha entrenado durante la última temporada con los mejores jugadores del mundo y no quería oír otra cosa que no fuera su renovación por el Barça. Ni Guardiola ni el Real Madrid. No ha querido oír ningún canto de sirena, aunque su renovación por el Barça le suponga perder dinero.
Aleñá seguirá jugando en el filial, en Segunda A, después del ascenso del equipo a la categoría de plata, aunque se entrenará con el primer equipo a las órdenes de Ernesto Valverde. Si Aleñá consigue instalarse definitivamente en el primer equipo -que se lo ha de ganar-, el club le renovaria automáticamente su contrato añadiendo dos temporadas más y elevando la clásusula de rescisión a 75 millones de euros.
"Muy feliz! Siempre he querido quedarme aqui. A trabajar para conseguir mi sueño! Muchas gracias a todos! FORÇA BARÇA!". Así se ha expresado Carles Aleñá en las redes sociales en cuando se ha hecho oficial la noticia de su renovación.
Muy feliz! Siempre he querido quedarme aqui. A trabajar para conseguir mi sueño! Muchas gracias a todos! FORÇA BARÇA! https://t.co/c8u3Tl8Kks
— Carles Aleña (@Carlesale10) 28 de junio de 2017