Josep Maria Bartomeu y su junta directiva rezan en estos días para que se confirme la marcha de Cristiano Ronaldo del Real Madrid y para que su destino final sea el PSG. La jugada sería redonda para el Barça.
La marcha del Real Madrid de Cristiano Ronaldo significaría para el Barça por un lado un debilitamiento evidente de su gran rival en España y en Europa. El Real Madrid se quedaría sin su buque insignia de los últimos ocho años y eso beneficiaría los intereses del club catalán. Pero hay más. El FC Barcelona espera el desenlace del caso de la estrella portuguesa del Real Madrid porque de su fichaje por el PSG dependen buena parte de sus esperanzas para hacerse con los servicios de Marco Verratti.
El PSG no es un club vendedor y sólo aceptaría vender a una de sus estrellas por un precio superior a los 100 millones de euros que el Barça no está en disposición de pagar. Otra cosa sería que el club parisino afrontara la operación Cristiano Ronaldo por un montante de 500 millones para los próximos cinco años. En ese caso la venta de Verratti al Barcelona le ayudaría a hacer frente a la operación. Y no porque necesite del dinero del Barça para llegar a lo que pide el Real Madrid y Cristiano Ronaldo, sino para mantener el equilibrio de su plantilla sin infringir las normas del fair play financiero que impone la UEFA y que olbiga a los clubs a mantener un equilibrio salarial respecto a su presupuesto. Al PSG le costaría mantener la ficha de Verratti con Cristiano Ronaldo formando parte de su plantilla y percibiendo entre 50 y 60 millones anuales brutos.
Por eso en el FC Barcelona viven con angustia el desenlace del caso de Cristiano Ronaldo. Su fichaje por el PSG significaría la llegada de Verratti al Barça, de ahí que las últimas informaciones que hablan de un arreglo entre Cristiano Ronaldo y Florentino Pérez hayan supuesto una decepción en la zona noble del Camp Nou.