La decisión está tomada. Andrés Iniesta no renovará el contrato que le vincula al FC Barcelona hasta 2018. Seguirá en la plantilla azulgrana un año más, el año que le resta, y la idea acordada entre el jugador y el presidente Bartomeu pasa por citarse en el mes de febrero para valorar entonces una renovación, a cuatro meses del final del contrato, que acabará desacartándose, aunque las dos partes quieren dejar la puerta abierta a esa posibilidad.
En el FC Barcelona empiezan a ver a Iniesta más como un exjugador, uno de los más grandes de la historia del club, que como una pieza básica de su plantilla. Y las estadísticas corroboran esta sensación. En la última temporada Iniesta fue incapaz de marcar un sólo gol en Liga duranter los 1.331 minutos que estuvo en juego y apenas ofreció 3 asistencias a sus compañeros. Muy poco para un mediapunta ofensiva que está entre los mejores del mundo. Son cifras que no son nuevas. En los tres últimos años Iniesta apenas ha marcado 5 goles y ha dado 18 asistencias.
El propio jugador es consciente de que su rendimiento ha sufrido un notable descenso. Luis Enrique le dosificó mucho la temporada pasada para poder contar con él en los partidos importantes y el crack manchego es consciente de que no puede pedir la Luna en la negociación de su renovación. Tampoco el Barça quiere ofrecerle una cantidad humillante que no esté a la altura de su nombre y su prestigio. Por eso club y jugador han pactado una salida airosa al estilo Xavi: carta de libertad con un generoso finiquito (entre 12 y 15 millones de euros) para que Iniesta pueda cerrar su carrera en un fútbol menos exigente (Qatar, China o Estados Unidos) y vuelta al Barça, una vez retirado, para vincularse al club de por vida en el cometido que más le motive: banquillos o despachos.
El acuerdo está consensuado por las dos partes y no se hará público hasta el mes de febrero, fecha en la que Bartomeu e Iniesta se han citado para acabar de cerrar su marcha del club que se pretende que sea por todo lo alto, como ya sucedió con Xavi Hernández.