Zinedine Zidane se ha echado atrás en una de sus peticiones galácticas para reforzar el Real Madrid la próxima temporada. Eden Hazard, la estrella del Chelsea, fue la primera petición que le hizo a Florentino Pérez para aumentar la competitividad de su plantel. Sin embargo, la confirmación de Isco como fenómeno mundial y la irrupción de Marco Asensio, que ha sorprendido a todos, le han obligado a replantearse la situación.
Zidane, que conoce bien a Hazard de su paso por el fútbol francés, y al que ha seguido durante su trayectoria en el Chelsea, veía en él al jugador ideal para mejorar el rendimiento de James Rodríguez y sus características eran ideales: ni joven ni viejo, 26 años, capacidad de desborde, velocidad, facilidad para combinar, visión de juego... A Zidane le encanta Hazard. Por eso lo pidió. El problema es que le gustan más Isco y Asensio. Zidane ha decidido renunciar a Hazard y le ha pedido al presidente que se vuelque en el fichaje de Mbappé, a quien ve como heredero natural de Karim Benzema en el plazo de dos años. El precio de ambos, Hazard y Mbappé, es similar: por encima de los 100 millones.
Zidane también piensa en el club y sus decisiones van a significar un importante ahorro económico, dado que las ventas de Morata y James pueden ser suficientes para compensar el gasto en fichajes, que se limitaría a Mbappé y David De Gea, aunque también en el caso del portero Zidane considera que la incorporación del meta del Manchester United puede ser bienvenida, aunque no es imprescindible. El resto de incorporaciones (Vallejo, Llorente) llegan a coste cero y Theo Hernández habrá costado 24 millones.
La intención de Zidane es limitar la llegada de galácticos a Mbappé y, como mucho, a De Gea. Su problema, bendito problema, es que no ve en el mercado nada que mejore lo que tiene ya en su plantilla, de ahí que las incorporaciones se hagan en clave de futuro para garantizar el relevo de una plantilla de leyenda.