Alfredo Vidal
Después de las declaraciones de Michel afirmando su madridismo y de la salida de tono en plan bocazas del presidente del Málaga llamando “escoria” a los catalanes, se veía venir que el Málaga le pondría la alfombra roja al Real Madrid. Así ha sido. Nada que ver con las patadas que recibió el Barça en su última visita a La Rosaleda en la que los jugadores locales se dejaron la vida por la victoria.
El primer gol del Real Madrid ha sido vergonzoso: la defensa del Málaga deja entrar a Cristiano hasta la cocina en el minuto uno sin que nadie haga el más mínimo movimiento para impedir el tanto blanco. Florentino sonreía feliz en el palco en los primeros mimutos. El Madrid impidió que jugara Diego Llorente en el Málaga y le garantizaba al jeque del Malaga Al-Thani, el de la escoria, el cobro de un millón de euros si el Real Madrid salía de Málaga como campeón, como así fue. ¡Y todos contentos! El de la escoria el que más. Y el del banquillo también.
Las patadas que recibieron los jugadores del Barça ante el Málaga hace poco más de un mes no se han visto ante el Real Madrid. El Málaga, sin intensidad, sin agresividad, ha permitido al Real Madrid jugar muy cómodo, sin ningún tipo de agobio. Sus jugadores no han tehido necesidad de emplearse a fondo porque el Málaga nunca exigió ese esfuerzo extra. Todo facilidades. Nada que ver con el Eibar en el Camp Nou, que parecía cargado de millones de razones para luchar por dar la sorpresa.
Balones que llegan a Cristiano porque ningùn defensa los quiere interceptar, facilidades para pensar a los centrocampisyas del Real Madrid sin encontrar oposición, Sandro lanza corners en lugar de rematarlos y siempre muy lejos de las posiciones de gol, en donde pudiera hacer daño. Todo bajo control desde el minuto uno.
Lo esperado del “madridismo” de Míchel, que ya avisó que con él no se repetiría lo de Tenerife porque él es más madridista que Jorge Valdano. Lo cierto es que el Real Madrid no ha encontrado oposición en su rival. Los jugadores del Málaga ni siquiera se han tomado la molestia de disimular. Y el Real Madrid se ha llevado la Liga del fraude, una liga bajo sospecha marcada por los errores arbitrales que le han beneficiado y que paralelamente han perjudicado a su gran rival, el FC Barcelona.
Cristiano Ronaldo, autor del primer gol, no debió jugar este partido tras su agresión a Leglet ante el Sevilla y la simulación del penalti de Vigo. Estaba apercibido de sanción, pero tiene bula. Puede hacer cuanto le venga en gana que los árbitros estarán siempre predispuestos a postrarse a sus pies.
En la segunda parte salió el Málaga más agresivo, lo que al menos sirvió para disimular la vergonzosa primera parte local. La imagen de los aficionados del Málaga botando de alegría por el triunfo del Real Madrid era más que elocuente.
Y el árbitro, Burgos Bengoetxea se sumó a la fiesta concediendo el segundo gol del Madrid con Benzema en fuera de juego y echando por tierra las esperanzas que podia tener el Málaga, si es que tenía alguna. No podía acabar el Real Madrid la Liga sin un nuevo robo arbitral. Michel ha quitado en el minuto 67 a Sandro, su jugador más peligroso, no fuera a ser que su ADN culé le jugara una mala pasada al Real Madrid. Luego sacó del campo a Jony para que Duda se despidiera de la afición malacitana. El partido lo merecía. Sencillamente vergonzoso. Sólo con el 0-2 en los ultimos minutos se ha visto “peligro” en el Málaga. Sin disimulo. Se ha visto muy claro. Y el de la escoria feliz y contento con Florentino Pérez a su lado al término del partido. Los dos la mar de felices.
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