Vilanova provocó a Mourinho

Vilanova provocó a Mourinho

| 2011-08-19

| Administrador

Lejos de celebrar el título conseguido y en su intento de ocultar que fueron inferiores en cuanto a juego a lo largo de los 180 minutos de la Supercopa, en Barcelona sólo se habla de una persona: José Mourinho.

El portugués es la excusa perfecta para ocultar la falta de brillo en el terreno de juego ya que son conscientes de que sólo la suerte ha sido la responsable de que no haya sido el Madrid el vencedor en la Supercopa después de haber arrasado en cuanto a juego y ocasiones en el partido de ida pero sin suerte en el gol. Es por ello que la actitud del técnico portugués durante la tangana final del encuentro del pasado miércoles, metiéndole un dedo en el ojo a Tito Vilanova, sirve de excusa perfecta para seguir hablando de lo malo que es Mou y lo bueno que son todos los azulgranas.

Además de tener a angelitos como Dani Alves, Sergio Busquets o pedro, jugadores que se caen al suelo con la misma facilidad de un niño que empieza a caminar, otro de esos angelitos es Víctor Valdés, un portero con bula papal para poder cometer penaltis sobre Ronaldo Clásico tras Clásico. Si con eso fuera poco, Pep Guardiola demostró su verdadera cara insultando al banquillo blanco, pero ahora es momento de entender el por qué del comportamiento de José Mourinho.

Pese a que desde el Real Madrid se asume el error de Mourinho y ya se le ha tirado de las orejas por su comportamiento, el club blanco también entiende que el portugués estallase ante ‘Pito Vilanova’, un segundo al que muchos han conocido ahora a raíz de este incidente y que hace las funciones de perro de presa de Guardiola.

Tal y como demuestran las imágenes, Vilanova fue el primero que quiso caldear el ambiente. El catalán corrió hacia Mou en actitud agresiva gritándole y tuvo que ser parado por Guardiola para que su segundo no llegara a donde estaba el luso. Pero claro, esa imagen es mejor olvidarla y centrarse en que Mou es la reencarnación del mismo diablo, algo mucho más fácil que admitir que en tu equipo tienes a varios energúmenos capaces de insultar hasta la saciedad y después hacerse los buenos ante las cámaras. Así es la hipocresía azulgrana.

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