Tomás Roncero ha decidido que el clásico tiene color blanco

Tomás Roncero ha decidido que el clásico tiene color blanco

| 2016-03-29

| Administrador

Tomás Roncero ha decidido en su artículo de hoy en el diario As que, pase lo que pase el sábado en el Camp Nou, el clásico tiene color blanco. No hace falta esperar a ver qué pasa. El Real Madrid ya lo ha ganado, porque se ha adjudicado una victoria sobre el Barcelona que vale más que tres puntos. Luego, si las cosas salen mal en el terreno de juego, ya recurrirá al villarato para justificar sus miserias. Su artículo de hoy en As no tiene despedicio  y refleja en lo que se ha convertido la grandeza de un Real Madrid que años atrás, muchos años atrás, presumía de victorias y de poderío. Ahora no, ahora se conforma con impedir que el Barça cante el alirón de copa en el Bernabéu y celebra en Cibeles los pichichis de Cristiano Ronaldo. Veamos la eufórica reflexión de Tomás Roncero hoy en el diario As sobre el clásico :

El artículo de Tomás Roncero

"El Clásico tiene color blanco desde la cálida tribuna de las peñas. Un triunfo que vale mucho más que tres puntos. El madridismo está fuerte y enraizado en la base social de todos los pueblos de España. Lo compruebo cada fin de semana con una pregunta cuya respuesta es demoledora. “¿Cuánta gente fue a la plaza del pueblo cuando el Barça ganó la Champions en Berlín y cuánta cuando el Madrid alzó la Décima en Lisboa?”. Tomen nota los hombres de poca fe: “Roncero, cuando ganó el Madrid la plaza se abarrotó y cuando lo hizo el Barça medio centenar de personas se dejaron ver tocando el claxón, muchos de ellos sin bajarse del coche”. Las peñas son el alma del Madrid, aunque a veces el club no lo entienda al no darles el cariño y el sentimiento que se merecen. Ser madridista en los últimos años es un ejercicio de honestidad emocional que merecería un monumento porque ya se sabe lo sencillo que es subirse al carro del ganador. Lo fácil ahora es hacerse del Barça aprovechando la ola favorable... Pero el peñista del Madrid es irreductible, fiel al mejor club de la historia del fútbol y por eso se siente obligado a defender su legado contra esa propaganda ventajista que parece preparada para loar todo lo que hace el enemigo del noreste y en buscarle las cosquillas a cualquier error que cometan los del Bernabéu. Ser peñista del Madrid es una forma de entender la vida más gozosa de lo que muchos creen. Salir a la calle de tu pueblo o de tu ciudad sabiendo que tus diez dedos de las manos están llenos de Copas de Europa es un lujo que sólo se puede comprender si eres blanco desde que te levantas hasta que te acuestas. Por eso no es de extrañar que el Madrid le doble a los culés en España (y eso va a seguir aumentando, ya lo aviso) y que también le supere en las peñas más allá de los Pirineos y de Gibraltar. Por cierto, en mayo se inaugurará la peña El Rincón del Madridista de Cádiz. Un hijo más en la interminable y maravillosa familia merengue...". Ahora va de esto. A falta de pan, buenas son tortas.

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