Tito estuvo ayer de visita rutinaria en la Vall d´Hebron

Tito Vilanova seguía un escrupuloso control médico que le permitía afrontar la vida con tranquilidad. Cada quince días se sometía a reconocimientos que confirmaban que todo iba bien. Hasta que en el de ayer los médicos detectaron que algo no marchaba como debía, que el tumor se le había reproducido y que era necesario operar de nuevo para intentar poner fuera de peligro al triunfal entrenador del FC Barcelona.

Tito regresó con las malas noticias a su domicilio y no quedó ingresado en el hospital. De lo que está sucediendo hoy informará el club cumplidamente cuando concluya la intervención quirúrgica a la que, según fuentes extraoficiales y todavía no confirmadas por el club, está siendo sometido el entrenador del Barcelona.

 

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