Sergio Ramos realizó un gran partido contra el Málaga, donde marcó dos goles que sirvieron para que el Real Madrid se llevara los tres puntos. Pero hubo un momento donde se vivió una pizca de tensión sobre el terreno de juego del Santiago Bernabéu. Al marcar el primer tanto, Sergio Ramos señaló el césped en una especie de gesto de "aquí estoy yo" y posteriormente hizo algunos gestos con las manos y la cara para acabar señalando a un sector de la grada. Su compañero, Nacho Fernández, detuvo la celebración dándole un pequeño empujón, haciendo de ángel de la guarda para que evitara hacer algo de lo que con el paso del tiempo se terminaría arrepintiendo.
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