Fede Peris
Malmoe, Shakthar Donetsk y PSG en la fase de grupos. Luego la
Roma (a la que unos meses antes el Barça le endosó seis en el Camp Nou), luego el
Wolfsburgo, octavo de la que dicen es penosa
Bundesliga en donde el
Bayern de
Guardiola se pasea; y finalmente el
Manchester City, que lucha sudando tinta para entrar en la
Champions League del próximo año como cuarto clasificado de la
Premier League. Este es el paseo del
Real Madrid por la
Champions League, que para él empieza en
San Siro en la final ante el
Atlético.
Nada que ver con la
Champions League conquistada por el
FC Barcelona el pasado año, derrotando al
campeón de Francia (PSG), al entonces
campeón de Inglaterra (Manchester City), al campeón de
Alemania (Bayern Múnich) y en la final al
campeón de Italia, la Juventus.
Final de Liga de Campeones sin campeones
Y para el
Real Madrid, siempre
bombones. Un
bombón detrás de otro. Y la vuelta siempre en casa, por si acaso. Así se lo ha montado el
Real Madrid para llegar a la final de
Milán, una final, por cierto, que no es de
Liga de Campeones porque ninguno de los dos contendientes tiene rango de campeón. Ambos entraron en la
Champions de propina, como acompañantes del campeón, y sin los méritos del campeón.
El último paso lo ha dado el
Real Madrid ante un infame
Manchester City. Peor que penoso. Un candidato al descenso en la
Liga BBVA no lo hubiera hecho peor.
Pellegrini se va con el rabo entre las piernas y pidiendo a gritos que venga
Guardiola para arreglar este desaguisado de un club que se ha gastado una millonada en fichajes para ofrecer una imagen tan patética.
Soriano y Txiki Begiristain se han cubierto de "gloria".
Era el rival que quería el
Real Madrid en la semifinal y motivos le sobraban para desearlo. Ha necesitado el club blanco plantarse en la final para medirse a un rival de verdad, a un rival que desde lo de
Lisboa le gana siempre. Un rival cuya afición canta: "
Se busca un rival digno para un derbi decente", porque en sus últimos enfrentamientos el
Madrid no ha sido un rival digno.
Y mientras la claca mediática hablará de
La Undécima, el
Cholo Simeone, partido a partido, trabajará para lograr
La Primera. Se ha cargado al
Barça y al . Eso sí que tiene mérito y no la charlotada de esta noche en el
Bernabéu.