Fede Peris
Interesante dato desvelado hoy por Mundo Deportivo. A Cristiano Ronaldo le han expulsado cinco veces de un terreno de juego desde que milita en el Real Madrid. Pero la marca del portugués es superada ampliamente por Sergio Ramos, quien ha visto ya 21 tarjetas rojas a lo largo de su carrera (16 de ellas en Liga y 4 en el Clásico). En el bando contrario, Leo Messi e Iniesta, los dos jugadores más representativos del FC Barcelona, jamás han visto una tarjeta roja.
Esta afición al juego sucio que ha caracterizado al Real Madrid en los últimos años y que alcanzó su punto culminante con la presencia de Jose Mourinho en el banquillo del club blanco, se ha intentado justificar en base a que los jugadores del Real Madrid juegan con intensidad mientras que los del Barcelona hacen teatro simulando faltas que no son. Y así se ha creado la leyenda de lo difícil que le resulta al Real Madrid acabar sus partidos ante el Barcelona con once jugadores, culpando a los árbitros, como si el juego de los futbolistas blancos no tuviera nada que ver con este dato. De esta manera el Real Madrid siempre ha tenido excusa para justificar sus descalabros ante el Barcelona en los clásicos. La teoría queda desmontada con el hecho de que el Barça es el rey del juego limpio siempre, no sólo ante el Real Madrid, mientras que el equipo blanco reparte su agresividad con todos sus rivales, no sólo cuando tiene al Barcelona delante.
El FC Barcelona se alzó con el premio al Juego Limpio (el equipo que menos tarjetas vio) la pasada temporada. Pero el hecho no fue flor de un día. Lleva seis temporadas consecutivas destacando por su deportividad e imponiendo sus valores de juego limpio siempre. Con hechos y no con palabras.
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