Puyol y Xavi lucen la senyera catalana

Ninguno de los integrantes de la Selección quiso dejar de tocar la Copa del Mundo. El título más deseado de cualquier futbolista ayer fue conseguido por un grupo de jugadores que difícilmente se podrá repetir, tanto por su enorme calidad futbolística, como por su calidad humana. Forman una piña del primero al último. Todos suman.

La celebración empezó en el campo, con varios jugadores llorando, el primero Casillas, que no pudo contenerse. Ni siquiera pudo esperar a que acabara el partido para desatar su enorme emoción por lo que habían hecho.

Pepe Reina sonríe con Alma, su hija. Villa luce una bufanda del CD Tuilla, su pueblo asturiano. Sergio Ramos lleva una bandera de España y un recuerdo por Antonio Puerta. Del Bosque, pese a ser el que más contiene las emociones, no pudo evitar que los jugadores lo mantearan.

Puyol se acercó a la grada y recogió una bandera de Catalunya. Xavi y Carles se funden en un abrazo y se envuelven en la senyera mientras pasean por el campo con orgullo, pues son campeones del mundo.

Hay que reconocer que Holanda tuvo un comportamiento ejemplar. No tanto en el partido, ya que las entradas fueron muy duras y constantes durante los 120 minutos que duró la final. Pero sí que dieron un gran ejemplo haciendo el pasillo y aplaudiendo a los recién coronados Campeones del Mundo.