Zinedine Zidane no gana para disgustos cuando se trata de las lesiones. Ayer el técnico francés volvió a tener una de cal y otra de arena. Mientras que el regreso de Karim Benzema fue por todo lo alto -entró en el campo tras 20 días sin jugar y marcó el gol de la victoria ante el Sporting de Portugal-, también cayó lesionado Gareth Bale. Las dolencias del galés no son nada grave, pero sí lo suficiente como para que la presencia del '11' en el próximo Clásico de dentro de diez días esté muy amenazada. Corría el minuto 57 de partido cuando Bale hizo un gesto en el que se torció el tobillo. Aunque en primera instancia pareció un golpe, luego se confirmó que se trataba de una torcedura. El británico tuvo que ser sustituido inmediatamente, y en el Real Madrid ahora todo el mundo está pendiente de las pruebas médicas que se le harán hoy al jugador, que en el mejor de los casos indicarán una lesión de grado I en el tobillo que le permitiría -aunque muy justo- llegar al Barça-Madrid del Camp Nou.
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