Pepe tiene licencia para zurrar
Pepe está considerado por sus acciones como uno de los jugadores más violentos, sino el más, del fútbol español ya nadie lo duda. O quizá sí, los árbitros. Que el central del Madrid lleve acumuladas tres tarjetas amarillas (Levante-Real Madrid, Real Madrid-Betis y Real Madrid-Barça) resulta increíble. Y que sólo haya sido expulsado en un partido (Sevilla-Real Madrid) y por doble cartulina amarilla... aún más.
El jugador, según un artículo de Mundo Deportivo, podría ser amonestado prácticamente en todos los partidos y se tendría que haber ido a la caseta antes de tiempo en varios de ellos. Pocas veces falta la patada a destiempo y excesivamente dura, su empujón, su codazo, su pisotón o esa entrada violenta con todo, en la que no resta gravedad el hecho de que la víctima pueda evitar el golpe.
José Mourinho siguen defendiendo lo indefendible, a Pepe. En cambio dentro de la directiva blanca hay quien piensa que mejor sería deshacerse de Pepe. Y es que en su última faceta, la de actor, está ridiculizando al club. Ante el Barça, en el último clásico, fingió golpes en la cara, que las cámaras declararon como inexistentes, y escenificó unas disculpas a Messi, muy mal interpretadas, y en Getafe disimuló una mano, haciéndose víctima de un pelotazo.
