Mourinho sigue trabajando para el Barça

Mourinho sigue trabajando para el Barça

| 2011-12-14

| Administrador

José Mourinho se ha cargado el señorío del Real Madrid con actitudes que le han enfrentado a él y al club, de forma solidaria, con otros clubs, entrenadores, jugadores y organismos nacionales e internacionales. La imagen madridista está ahora mismo por los suelos en el mundo entero por culpa de comportamientos, frases y agresiones vandálicas de su entrenador que tienen repercusión en los cinco continentes.

Lejos de llamarle la atención, Florentino Pérez, que está tan desesperado que todo le parece bien, secunda cualquiera de sus conductas e incluso le jalea. Mourinho, por tanto, ha conseguido también poner en entredicho la figura de Florentino Pérez, un presidente que parecía estar por encima del bien y del mal hasta que llegó él. Desde entonces no está por encima del bien y va de la mano del mal.



Mourinho ha vaciado también la caja de caudales del Real Madrid pactando con su amigo/socio Jorge Mendes la renovación de una plantilla que ha pasado, pasa y pasará por los futbolistas que a Mendes le conviene colocar en el Real Madrid. El caso más escandaloso es el del central Pedro Mendes, un futbolista que llegó al Real Madrid de la mano de Mourinho y sin ningún informe del cuerpo técnico que lo aconsejara. Mendes no reune el mínimo nivel para jugar en el Castilla, y no juega. Molesto, Mourinho se lo llevó a Amsterdam y le hizo debutar en el Champions League. A su vuelta, Mendes no jugó ni un minuto con el Castilla. La cantera está que trina con el portugués, incluso han aparecido voces discordantes que han sido "invitadas" a rectificar para no levantar la ira del "tirano", como le llaman a Mourinho en La Fábrica.

El madridismo asiste impasible a la consolidación del "Clan Portugués" en el Real Madrid mientras la cantera es ninguneada y los Soldado, Negredo y compañía van triunfando por ahí. Por otro lado, el club dispone de encuestas que confirman que el aficionado merengue preferiría que el club siguiera la línea del Barcelona y disfrutara más de su cantera. Pero Mourinho no está dispuesto a ceder en este punto. Si Guardiola basa sus éxitos en la cantera, él tiene que buscar su fuente de inspiración en otro lado. En Portugal, por ejemplo. Y así le va.



Los fichajes, por otra parte, merecen también un análisis detenido: Sahin, Altintop y Varane no cuentan para nada. Y Coentrao rinde bastante menos de lo que hubiera rendido David Silva, a quien Mourinho rechazó por una diferencia de tres millones de euros. Paralelamente, el ostracismo al que está sometiendo a jugadores españoles que son campeones del mundo, como Arbeloa o Albiol, ya no sólo preocupa a los aficionados blancos, ha puesto de los nervios al seleccionador español, que ve que el entrenador del Real Madrid tiene más interés por potenciar a los valores de la selección portuguesa que por proteger a los de La Roja, a quienes tiene marginados. De ahí viene en parte la solamente correcta buena relación que mantiene con Casillas y Xabi Alonso, dos futbolistas con personalidad que ya le han advertido que no están dispuestos a dejarse arrastrar por sus "locuras".

La cuestión es que Mourinho ha manchado la imagen del Madrid, ha puesto en el disparadero el prestigio y credibilidad de su presidente, tiene a la cantera revolucionada en pie de guerra, la tesorería vacía y un vestuario dividido en el que manda en clan portugués por encima del peso que puedan tener allí los españoles. Además, su política de fichajes es un auténtico desastre y, para acabarlo de arreglar, no sólo no ha solucionado el complejo que el Real Madrid arrastraba contra el Barcelona sino que lo ha acentuado.Y los títulos no llegan. Poco fue una copa en su primer año y en el segundo, ese que pomposamente prometió que sería su mejor año, ha empezado con tres descalabros ante el Barcelona.



El paisaje es dramático para el Real Madrid y fantástico para el FC Barcelona. Tanto, que da que pensar y permite plantear la duda de si realmente Mourinho estará en el Real Madrid trabajando para el Barça y buscando su autodestrucción. Si no es así, lo parece. "Ayer, ahora y siempre, con el Barça en el corazón". ¿Siempre? Sí, dijo siempre. Pues eso, será siempre.

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