Con el vídeo que captaron ayer las cámaras en el Reyno de Navarra, la prensa madridista se ha hecho eco de la "fatal actitud" de Guardiola. En él se veía como el entrenador consultaba en las pantallas colocadas cerca de los banquillos si el gol anulado a Alexis era legal o no. Después iba directo al linier a pedirle explicaciones. ¿Eso es lo que está tan mal? ¿Acaso no estan ahí las pantallas por algo? Si de verdad está tan mal esa actitud deberían preocuparse más de Mourinho, que en cada partido monta un numerito. El portugués debería aprender de Guardiola para comportarse en el campo y para dar ruedas de prensa. Como mínimo a dar la cara en cualquier situación y no delegar la responsabilidad a Karanka, su asistente.
Guardiola es humano y por ello reacciona como todos ante determinados estímulos. En el campo es muy fácil alterarse por cualquier decisión y, aunque él protesta a los árbitros en alguna ocasión, es de los entrenadores que menos se quejan a los colegiados. Si algún jugador se muestra agresivo con el colegiado, él es el primero en llamarle la atención.
Las críticas a la falsa humildad del míster azulgrana tampoco tienen fundamento. Guardiola se ha formado entre valores, los valores que se aprenden desde la Masía, la cuna del Barça. Desde pequeño ha mamado la humildad y el respeto por encima de todo, es por ello que en las ruedas de prensa se muestra más respetuoso que nadie y el más precavido. No es falsa humildad es respeto al rival.