Cabe recordar que si el central azulgrana no ha sido sancionado con dos partidos es porque no se ha aplicado la norma de la intencionalidad a la hora de provocar las tarjetas. Y si dicha norma no se ha llevado es, precisamente, bajo el pretexto de que Pérez Lasa no hizo demasiadas especificaciones en el acta.

Como es sabido, el árbitro que sonrió a Piqué mientras le sacaba la amarilla, voluntaria o involuntariamente, lo dejó todo atado para que Gerard no padeciera más de un partido de castigo, pues sería rearbitrar un partido. Es por eso que, preguntado por los hechos que afectan a Faria, Mourinho ha aprovechado para tirar una chinita a la Federación, que no actúa de oficio como hace la UEFA.

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Si Guardiola es consecuente con los valores que dice tener el barcelonismo, no sólo no pondría a Piqué en el Bernabeu, sino que lo dejaría fuera de la convocatoria.